Internacional

Con fotos muestran buena salud de Fidel

Las imágenes de la estatal Venezolana de Televisión pretenden desmentir rumores sobre la condición física del ex mandatario

CARACAS, VENEZUELA (09/SEP/2011).- La estatal Venezolana de Televisión (VTV) difundió en su portal web fotografías de Fidel Castro en las que se le ve sentado, comiendo y hablando, para aclarar el estado de salud del líder cubano, luego de rumores sobre su empeoramiento o muerte.  

El ex presidente está “en óptimas condiciones intelectuales y físicas”, aseguró el venezolano y autor de las imágenes, Mario Silva, director del programa La Hojilla de VTV, en un vídeo en el que se muestran las fotografías y también un ejemplar del diario Granma del 6 de septiembre.

El periodista anuncia también que “en unos meses” habrá “otra sorpresa” de Castro, sobre quien proliferaron rumores a propósito de su estado de salud la semana pasada, devenidos por el hecho de que no ha escrito artículos de sus llamadas “reflexiones” desde hace más de dos meses y no ha sido visto en público desde abril pasado.

“El comandante Fidel está trabajando arduamente, y está por encima de toda esa miseria que se llama medios de comunicación privados”, afirmó Silva.  

En las fotos se ve a Castro, que viste una chaqueta blanca con charreteras verdes sobre una camisa a rayas y pantalón verde olivo, conversar, comer y luego despedirse de Silva.

El viernes podrían ser transmitidas las declaraciones que le hizo Castro al periodista en ese encuentro.

El conductor aseguró que estuvo en La Habana desde el domingo 4 hasta el miércoles 7 de septiembre, para además “ desmontar las mentiras” de venezolanos y estadounidenses.

La página oficial Cubadebate también publicó ayer unas declaraciones de Silva con motivo de su visita a La Habana.  

“Los que están en este momento disfrutando y creyendo que el comandante Fidel tenía un derrame cerebral, lamento informarles que está vivo y coleando”, sostuvo según la web cubana.

A causa de una enfermedad considerada secreto de Estado en Cuba, Fidel Castro tuvo que delegar en 2006 el poder en su hermano Raúl, hoy presidente de Cuba y primer secretario del Partido Comunista en el país caribeño.

ANÁLISIS
Raúl Castro: Todo bajo control
Por Orestes E. Díaz Rodríguez


Raúl trabaja bien. Cuando era el Jefe del Segundo Frente, en medio de la lucha contra Fulgencio Batista, aquella zona funcionaba como un Estado dentro de otro Estado. Hasta el Comandante Huber Matos, que no era precisamente su amigo lo reconoció. Luego convirtió a las Fuerzas Armadas en la institución militar más sólida de América Latina, con capacidad de operar  en escenarios  como la  desconocida Angola, a miles de kilómetros de sus fuentes logísticas y de sus mandos principales. También las dirigió  hacia la conquista de un campo extendido más allá de los muros de los cuarteles, los  enclaves económicos del país y las estructuras del poderoso Ministerio del Interior.

Organización,  mando único, perfil bajo, espíritu de cuerpo, espionaje, contabilidad, castigos y recompensas, forman parte de un estilo que  rinde frutos. La conducta  campechana que exhibe en espacios públicos, esconde a un artesano del liderazgo. Cuántos de los que lo vieron perder el hilo del discurso de forma lastimosa la noche en que desde una tribuna informaba de los excesos del General Arnaldo Ochoa, sospecharon de sus inagotables recursos. Su escasa aptitud para el discurso, ha sido  su mejor camuflaje durante años.

Cuando Fidel enfermó, llegó el momento del General de hacer valer sus condiciones. Se deshizo de los principales colaboradores del comandante y desmanteló el trabajo voluntario, las marchas gigantescas periódicas, “la batalla de ideas”, la guerra contra los cuentapropistas y campesinos privados y hasta la consigna de Patria o Muerte.  Logró  exportar con éxito a centenares de presos políticos que perjudicaban las relaciones internacionales de la isla. Pero lo más significativo fue hacerse traspasar la plenitud del poder político,  inducir  a su  hermano a llevar un perfil bajo y conservar erguida una estructura que tiende a desplomarse.

Parecía que Raúl, una vez más, tenía todo bajo control. Hasta que murió el General Casas, ministro de las Fuerzas Armadas, recordándole que la muerte acecha al grupo de cabello escaso y blanco que lo rodea, con un efecto desmoralizador y de denuncia. ¿Por qué el instinto de Raúl lo lleva a ir contra el sentido común, alejando del primer escalón de mando a una nueva generación de líderes? La muerte, lo deja al desnudo e impotente. Único “detalle” que no puede controlar.

Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez, UDG
www.orestesenrique.wordpress.com

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