Internacional
Comité del Senado de EU rechaza incluir opción pública en reforma salud
La reforma de salud requerirá de 60 votos, de un total de 100, cuando llegue al pleno del Senado
Estados Unidos rechazó hoy la inclusión de la "opción pública" en un ambicioso plan de reforma de salud, lo que augura una lucha campal entre congresistas a favor y en contra de que el Gobierno pueda competir con las aseguradoras privadas.
En sendas votaciones, el Comité, compuesto por 13 demócratas y diez republicanos, rechazó dos enmiendas ofrecidas por los senadores demócratas Charles Schumer y John Rockefeller, que hubiesen permitido al Gobierno administrar un plan de seguro público.
La derrota de las dos enmiendas supone un revés para la mayoría de los demócratas, que consideran que la "opción pública", ayudaría a mejorar la competencia con las aseguradoras privadas y, por ende, a reducir los gastos de salud.
Pero el presidente del Comité, Max Baucus, cree que el rechazo a las enmiendas incrementa las posibilidades de que los republicanos respalden la propuesta que él promueve y que ésta sea sometida a votación antes del viernes próximo por su comité.
Una vez que sea aprobada en el Comité de Finanzas, la iniciativa tendrá que ser armonizada con la que aprobó el Comité de Salud, antes de ser sometida a votación en el pleno del Senado en las próximas semanas.
Baucus recordó que la reforma de salud requerirá de 60 votos, de un total de 100, cuando llegue al pleno del Senado para impedir cualquier táctica dilatoria de la oposición y garantizar su aprobación.
"Yo puedo contar... nadie me ha podido demostrar que cuentan con los 60 votos si el proyecto de ley incluye la opción pública", enfatizó Baucus, cuya versión es la única de cinco ante el Congreso que no incluye esa polémica opción.
La versión de Baucus, al igual que las demás, busca reducir los costos de salud, ampliar la cobertura médica a los casi 47 millones de estadounidenses que carecen de seguro de salud, y regular a las aseguradoras.
El senador demócrata Robert Menéndez, miembro del Comité, sin embargo, dejó en claro su insatisfacción con el rechazo de las dos enmiendas.
A su juicio, la falta de opciones o de competencia en el sistema de salud actual no garantiza que las compañías de seguro médico rindan cuentas cuando deniegan la cobertura a las familias que la necesitan o cuando incrementan las cuotas mensuales.
"Un plan público añadiría tan sólo una opción al mercado de seguros de salud, pero aumentaría la rendición de cuentas de las aseguradoras", aseguró Menéndez en un comunicado, y expresó optimismo de que habrá otras oportunidades de incluir la "opción pública" en las negociaciones en curso.
Por su parte, el senador demócrata Russ Feingold coincidió con Menéndez en que la "opción pública" permitirá el acceso de los estadounidenses a un seguro a precio asequible y sin ésta, dijo no ve la forma en que se pueda realmente "reformar el sistema".
"Continuaré trabajando con mis colegas para que se incluya en el proyecto de ley que llegue al pleno del Senado", prometió Feingold.
En general, los republicanos, y grupos conservadores afines, se oponen a la "opción pública", porque la ven como una injerencia más del Gobierno en el libre mercado y acusan a la Casa Blanca de querer imponer un sistema "socialista" en el país.
Mientras, los demócratas en la Cámara de Representantes continuaron sus negociaciones para reducir aun más el costo total de su versión de la reforma de salud, de manera que se aproxime al monto que ha sugerido la Casa Blanca de 900 mil millones de dólares por espacio de una década.
La acritud del debate sobre cómo reformar un sistema de salud de 2.5 billones de dólares, que es la máxima prioridad política del presidente Barack Obama, va en aumento y, a juzgar por la votación de hoy, no tiene visos de amainar.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El Comité de Finanzas del Senado de
En sendas votaciones, el Comité, compuesto por 13 demócratas y diez republicanos, rechazó dos enmiendas ofrecidas por los senadores demócratas Charles Schumer y John Rockefeller, que hubiesen permitido al Gobierno administrar un plan de seguro público.
La derrota de las dos enmiendas supone un revés para la mayoría de los demócratas, que consideran que la "opción pública", ayudaría a mejorar la competencia con las aseguradoras privadas y, por ende, a reducir los gastos de salud.
Pero el presidente del Comité, Max Baucus, cree que el rechazo a las enmiendas incrementa las posibilidades de que los republicanos respalden la propuesta que él promueve y que ésta sea sometida a votación antes del viernes próximo por su comité.
Una vez que sea aprobada en el Comité de Finanzas, la iniciativa tendrá que ser armonizada con la que aprobó el Comité de Salud, antes de ser sometida a votación en el pleno del Senado en las próximas semanas.
Baucus recordó que la reforma de salud requerirá de 60 votos, de un total de 100, cuando llegue al pleno del Senado para impedir cualquier táctica dilatoria de la oposición y garantizar su aprobación.
"Yo puedo contar... nadie me ha podido demostrar que cuentan con los 60 votos si el proyecto de ley incluye la opción pública", enfatizó Baucus, cuya versión es la única de cinco ante el Congreso que no incluye esa polémica opción.
La versión de Baucus, al igual que las demás, busca reducir los costos de salud, ampliar la cobertura médica a los casi 47 millones de estadounidenses que carecen de seguro de salud, y regular a las aseguradoras.
El senador demócrata Robert Menéndez, miembro del Comité, sin embargo, dejó en claro su insatisfacción con el rechazo de las dos enmiendas.
A su juicio, la falta de opciones o de competencia en el sistema de salud actual no garantiza que las compañías de seguro médico rindan cuentas cuando deniegan la cobertura a las familias que la necesitan o cuando incrementan las cuotas mensuales.
"Un plan público añadiría tan sólo una opción al mercado de seguros de salud, pero aumentaría la rendición de cuentas de las aseguradoras", aseguró Menéndez en un comunicado, y expresó optimismo de que habrá otras oportunidades de incluir la "opción pública" en las negociaciones en curso.
Por su parte, el senador demócrata Russ Feingold coincidió con Menéndez en que la "opción pública" permitirá el acceso de los estadounidenses a un seguro a precio asequible y sin ésta, dijo no ve la forma en que se pueda realmente "reformar el sistema".
"Continuaré trabajando con mis colegas para que se incluya en el proyecto de ley que llegue al pleno del Senado", prometió Feingold.
En general, los republicanos, y grupos conservadores afines, se oponen a la "opción pública", porque la ven como una injerencia más del Gobierno en el libre mercado y acusan a la Casa Blanca de querer imponer un sistema "socialista" en el país.
Mientras, los demócratas en la Cámara de Representantes continuaron sus negociaciones para reducir aun más el costo total de su versión de la reforma de salud, de manera que se aproxime al monto que ha sugerido la Casa Blanca de 900 mil millones de dólares por espacio de una década.
La acritud del debate sobre cómo reformar un sistema de salud de 2.5 billones de dólares, que es la máxima prioridad política del presidente Barack Obama, va en aumento y, a juzgar por la votación de hoy, no tiene visos de amainar.
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