Internacional

Clinton rechaza la validación de los resultados electorales en Irán

La secretaria de Estado pidió de nuevo que se respete el derecho de expresión de los iraníes

Clinton rechaza la validación de los resultados electorales en Irán
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- La secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, dijo hoy que se mantiene "el gran problema de credibilidad" con las elecciones en Irán, pese a que el consejo iraní encargado de validarlas ha dado por buenos sus resultados.

El Gobierno de Irán "tiene un gran problema de credibilidad con su propio pueblo sobre el proceso electoral", remarcó Clinton en una rueda de prensa.

"Creo que éste no va a desaparecer por la conclusión alcanzada tras una revisión limitada de un número relativamente pequeño de votos", dijo.

El Consejo de Guardianes confirmó hoy la victoria del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en los comicios del 12 de junio, que la oposición ha denunciado como fraudulentos.

Según la televisión estatal, ese órgano no encontró grandes irregularidades tras hacer un recuento parcial de un diez por ciento de las urnas.

La secretaria de Estado pidió de nuevo que se respete el derecho de expresión de los iraníes "y que se cuenten sus votos".

Asimismo, señaló que su país está "muy preocupado" por la detención de empleados de la embajada de Reino Unido en Teherán bajo acusación de vinculación con las protestas por los resultados electorales.

"Creemos que el hostigamiento de personal de embajada es deplorable", manifestó Clinton, quien afirmó que Estados Unidos "seguirá apoyando la demanda de Reino Unido de que sean puestos en libertad".

"Seguimos la situación con gran preocupación", añadió la jefe de la diplomacia estadounidense. La policía iraní detuvo a nueve empleados locales de la embajada británica el domingo y ya ha puesto en libertad a cinco.

El primer ministro británico, Gordon Brown, calificó hoy en Londres de "inaceptables" e "injustificables" los arrestos.

La semana pasada Irán echó, además, a dos diplomáticos británicos, a los que acusa de interferir en los asuntos internos del país, a lo que Londres respondió con la expulsión de dos diplomáticos iraníes.
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