Internacional

Civiles sufren crímenes de guerra en el norte de Birmania: AI

En un informe, la organización acusa a militares de torturar y ejecutar a pobladores en los estados de Kachin y Shan

BANGKOK, TAILANDIA (14/JUN/2017).- Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que los civiles son víctimas de abusos e incluso de crímenes de guerra por parte del Ejército birmano y los grupos armados de las minorías étnicas en el norte de Birmania (Myanmar).

En un informe titulado "Todos los civiles sufren: Conflicto, desplazamiento y abuso en el norte de Myanmar", AI acusa a los militares birmanos de torturar y ejecutar a civiles en los estados Kachin y Shan.

La ONG responsabiliza a las guerrillas étnicas de reclutar forzosamente a civiles, incluidos mujeres y niños, y de imponer "impuestos" en zonas en conflicto.

Tanto el Ejército como las guerrillas son responsables por la colocación de minas antipersonas y explosivos que han causado heridos entre civiles, de acuerdo con el informe.

"Casi 100 mil personas han sido obligadas a abandonar sus hogares y granjas debido al conflicto y a las violaciones de los derechos humanos en el norte de Myanmar", indicó en un comunicado Matthew Wells, asesor de AI.

"Todas las partes deben proteger a los civiles en el conflicto y las autoridades birmanas deben inmediatamente levantar las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria", agregó Wells.

El informe de AI incluye más de 140 entrevistas realizadas entre marzo y mayo de este año en ciudades y aldeas en áreas afectadas por el conflicto y en campos de desplazados.

Más de 98 mil civiles han tenido que abandonar sus hogares en el norte de Birmania debido a los combates entre las Fuerzas Armadas y varios grupos étnicos armados, como el Ejército de Independencia Kachin (KIA), el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA), el Ejército Arakan (AA) y el Ejército de la Alianza Nacional Democrática de Myanmar (MNDAA).

Según testigos entrevistados por AI, el Ejército birmano ha utilizado civiles como escudos humanos y 18 jóvenes de la aldea de Nam Hkye Ho desaparecieron en noviembre de 2016.

Restos humanos quemados localizados más tarde indican que murieron a manos de soldados birmanos, según el informe.

Wells acusó al Ejército de actuar con "impunidad" y exigió al Gobierno birmano que permita la entrada en la región de personal de la ONU para investigar los crímenes cometidos.

AI igualmente ha documentado al menos 45 secuestros de civiles por grupos armados étnicos, que también imponen impuestos en aldeas y mercados.

Wells instó a la líder de facto birmana, Aung San Suu Kyi, a que defienda los derechos de los civiles en el proceso de diálogo abierto con algunas de los grupos étnicos del longevo conflicto en el país.

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