Internacional
Ciudadanos turcos frenan golpe de Estado
Ante el llamado del presidente de Turquía a defender la democracia, miles de personas salieron a las calles para encarar a los militares
golpe de Estado en Turquía para derrocar al presidente Recep Tayyip Erdogan, jornada que se saldó con al menos 60 muertos, entre ellos 17 policías, 150 personas heridas, 120 detenidos y un helicóptero derribado.
Tras de que los golpistas anunciaron haber tomado el control, el presidente Erdogan llamó a los ciudadanos a defender el poder “democrático”; minutos después, una multitud se echó a las calles de Ankara y Estambul para protestar contra el levantamiento y enfrentar de manera pacífica a los militares sublevados.
En el aeropuerto de Ataturk, Estambul, fue el mismo mandatario el encargado de anunciar el control del levantamiento, luego de haber salido del país con destinos no aclarados, aunque se dijo que habría hecho escalas en Irán y Qatar.
Erdogan dirigió un mensaje a la nación en el que afirmó seguir al frente del Gobierno tras el “fallido golpe de Estado. Todo regresará a la normalidad. Estoy con mi gente y no me voy a ningún lado”, declaró horas después de que militares ocuparon sitios estratégicos y anunciaron que habían tomado el control del país y la imposición de una ley marcial.
Incluso, el mandatario turco calificó el intento de golpe como un regalo de Dios que permitirá limpiar el Ejército. “Este levantamiento, este movimiento es un gran regalo de Dios para nosotros. Porque el Ejército será limpiado”, afirmó y aseguró que los golpistas pagarán cara su “traición”.
Canales de televisión turcos transmitían imágenes de soldados escoltados por policías.
Para Erdogan, se trató de un levantamiento en el que participó el “Estado paralelo”, en referencia al predicador Fetullah Gulen, su enemigo, exiliado en Estados Unidos.
El Gobierno y la Presidencia turca están desde hace años enfrentados a los seguidores del predicador islamista Fetullah Gulen, a los que acusan de estar intentado desestabilizar al país.
En el pasado, Gulen fue aliado de Erdogan y del gobernante partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), pero se encuentra enfrentado a los islamistas en el poder.
A pesar de los anuncios de que la sublevación fue controlada, se informó que un avión caza F-16 había atacado la fila de tanques que custodian el Palacio Presidencial en la capital, Ankara. En otras partes de la ciudad, así como en Estambul, se reportaban algunas células militares rebeldes que mantenían el combate en las calles.
ANKARA, TURQUÍA (16/JUL/2016).- La participación de los ciudadanos fue clave en la desarticulación del intento de un
Tras de que los golpistas anunciaron haber tomado el control, el presidente Erdogan llamó a los ciudadanos a defender el poder “democrático”; minutos después, una multitud se echó a las calles de Ankara y Estambul para protestar contra el levantamiento y enfrentar de manera pacífica a los militares sublevados.
En el aeropuerto de Ataturk, Estambul, fue el mismo mandatario el encargado de anunciar el control del levantamiento, luego de haber salido del país con destinos no aclarados, aunque se dijo que habría hecho escalas en Irán y Qatar.
Erdogan dirigió un mensaje a la nación en el que afirmó seguir al frente del Gobierno tras el “fallido golpe de Estado. Todo regresará a la normalidad. Estoy con mi gente y no me voy a ningún lado”, declaró horas después de que militares ocuparon sitios estratégicos y anunciaron que habían tomado el control del país y la imposición de una ley marcial.
Incluso, el mandatario turco calificó el intento de golpe como un regalo de Dios que permitirá limpiar el Ejército. “Este levantamiento, este movimiento es un gran regalo de Dios para nosotros. Porque el Ejército será limpiado”, afirmó y aseguró que los golpistas pagarán cara su “traición”.
Canales de televisión turcos transmitían imágenes de soldados escoltados por policías.
Para Erdogan, se trató de un levantamiento en el que participó el “Estado paralelo”, en referencia al predicador Fetullah Gulen, su enemigo, exiliado en Estados Unidos.
El Gobierno y la Presidencia turca están desde hace años enfrentados a los seguidores del predicador islamista Fetullah Gulen, a los que acusan de estar intentado desestabilizar al país.
En el pasado, Gulen fue aliado de Erdogan y del gobernante partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), pero se encuentra enfrentado a los islamistas en el poder.
A pesar de los anuncios de que la sublevación fue controlada, se informó que un avión caza F-16 había atacado la fila de tanques que custodian el Palacio Presidencial en la capital, Ankara. En otras partes de la ciudad, así como en Estambul, se reportaban algunas células militares rebeldes que mantenían el combate en las calles.
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