Internacional
China propone reunión de emergencia
El presidente chino sugiere que se realicen conversaciones durante diciembre entre los países que negocian el programa nuclear norcoreano
Pekín sugirió que los seis países que participan en las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano (las dos Coreas, Estados Unidos, Japón, Rusia y china) se reúnan a principios de diciembre y advirtió que la comunidad internacional está “profundamente preocupada” respecto a la situación actual en Corea.
China propuso “la realización de consultas de urgencia entre los jefes de delegaciones de las negociaciones de los seis países a principios de diciembre en Pekín, para intercambiar puntos de vista sobre los temas de gran preocupación actualmente”, declaró el jefe de la delegación china, Wu Dawei.
Ante esta demanda, Japón respondió que la examinaría “con prudencia”, pues mantendrá la cooperación con Corea del Sur y Estados Unidos, informó uno de los responsables en el gabinete, Tetsuro Fukuyama.
Lee Myung-Bak pidió a Pekín adoptar “una posición más justa y más responsable en sus relaciones con las dos Coreas”.
El Gobierno chino ha sido criticado por su actitud calificada de conciliadora respecto a Corea del Norte, tras el ataque de Pyongyang a una isla surcoreana, que Pekín no ha condenado.
Cinco días después de los disparos de obuses sobre la isla de Yeonpyeong, que causaron cuatro muertos, Seúl y Washington comenzaron maniobras militares conjuntas en el Mar Amarillo, deliberadamente más importantes que en las operaciones anteriores.
Ante estos ejercicios aeronavales, en los que participa un portaaviones estadounidense, Pyongyang prometió responder “sin piedad” a cualquier intrusión en su espacio marítimo soberano. El régimen estalinista advirtió de las “consecuencias imprevisibles” de estas operaciones en sus costas.
Estas aguas están en el punto de mira de Pekín, que se dijo “opuesto a toda acción militar no autorizada en el interior de la zona económica exclusiva de China”.
Según un portavoz del Pentágono, estas operaciones “son de naturaleza defensiva y destinadas a reforzar la disuasión contra Corea del Norte y no están dirigidas contra China”.
La pieza clave del dispositivo aeronaval es el portaaviones nuclear “George Washington”, que puede transportar 75 aviones, entre ellos los caza-bombarderos.
Junto al portaaviones, también fueron enviados cruceros lanzamisiles “USS Cowpens” y “USS Shiloh”, destructores lanzamisiles “USS Lassen”, “USS Stethem” y “USS Fitzgerald”.
Washington también proporcionó un “E8 Joint-STARS”, un avión de comando y de vigilancia de blancos terrestres.
“Este avión va a vigilar los blancos (potenciales) terrestres del ejército norcoreano”, explicó un alto responsable del Gobierno surcoreano.
Corea del Sur participó a su vez con seis buques de guerra, entre ellos un destructor lanzamisiles de siete mil 600 toneladas equipado con el sistema Aegis, dos destructores de cuatro mil 500 toneladas, fragatas y elementos aéreos de lucha contra submarinos, según su Estado mayor general.
Pyongyang desplegó misiles cerca de su frontera marítima en disputa con Corea del Sur, informó la prensa surcoreana.
Estos misiles antiaéreos SA-2, guiados por radar, parecen tener como objetivo potencial los aviones de guerra surcoreanos que volaran demasiado cerca de la frontera marítima, señaló una fuente gubernamental.
Un ruido de explosiones resonó cerca de la isla de Yeonpyeong. Un portavoz del ministerio surcoreano de Defensa indicó que estas detonaciones alejadas, procedentes de Corea del Norte, podían ser disparos de artillería.
Estas explosiones llevaron a las autoridades a ordenar a los residentes de la isla dirigirse temporalmente a los refugios de defensa. Las autoridades también pidieron a los periodistas que salieran de la isla, por miedo a una “acción provocadora” de Corea del Norte.
El Comité de Sanciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por su parte, discutirá mañana un nuevo informe sobre los esfuerzos para evitar que Corea del Norte comercie con material para armas nucleares, en un clima tenso por el ataque de artillería de Pyongtang contra una isla surcoreana.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wu Dawei, invita a los seis gobiernos que participan en las conversaciones encaminadas a poner fin al programa nuclear de corea del Norte.
ANÁLISIS
China tiene la llave en la crisis coreana
Francisco G. Basterra
Ni la virtuosa Asia, supuesto paradigma del nuevo siglo, acumulando peso estratégico e influencia económica y política cada vez mayores, es tan virtuosa. Ni tan estable. Ni ofrece una nueva vía para salir de la crisis que no cesa. Nos llegan desde el Mar Amarillo imágenes de una guerra fría aun no cerrada en la Península de Corea, 20 años después de la caída del Muro de Berlín, con ataques de artillería contra una pequeña isla surcoreana que nos retrotraen a las viejas películas en blanco y negro de la Guerra del Pacífico.
Girando el globo terráqueo hacia el Oeste, asistimos impotentes a la sacudida que sufre la moneda única europea, y con ella el extraordinario proyecto de unión de nuestro Continente lanzado en Roma hace ya más de medio siglo. Acciones armadas que hay que contener y turbulencias financieras que debemos soportar, pero que no nos deben llevar a perder la perspectiva general, presos del miedo y la incertidumbre, en gran medida los motores de lo que nos está ocurriendo.
Vivimos en un mundo sometido a la perversión del ciclo de noticias continuas de 24 horas, con la exigencia de respuestas inmediatas a sucesos muy complejos, que impiden aplicar distancia y una mínima reflexión sensata sobre los acontecimientos. Podríamos convenir que, por el momento, ni Asia es el faro de un Occidente desnortado, ni Europa está a punto de hundirse derrotada por los mercados. Una legión de jóvenes de ambos sexos, aunque predominan los hombres, que desde las terminales electrónicas de Bloomberg o Reuters, en salas de tesorería de Londres, Nueva York o Tokio, especulan contra las deudas, públicas y privadas, de Grecia, Irlanda, Portugal o España, logrando a veces que sus propias auto expectativas se cumplan.
Habitamos un mundo integrado en el que la crisis de la deuda europea es capaz de sembrar el desconcierto mundial; nuestra seguridad depende de los caprichos de un clérigo que supuestamente vive en una cueva en Pakistán; de la incertidumbre de la sucesión de la monarquía comunista sátrapa de los Kim en Corea del Norte; de los manejos de una gerontocracia militar aislada en la opaca Pyongyang, pero que dispone de entre seis y 10 bombas nucleares y parece decidida a dotarse de algunas más. Un régimen de opereta, pero atómica, que ha condenado al hambre a su población. Estima que sus constantes provocaciones armadas no le van a costar nada. Su arsenal nuclear y sus misiles convierten a este país, paria internacional, en intocable.
No hay solución militar. Estados Unidos tiene todavía 28 mil soldados en Corea del Sur, y el portaaviones de propulsión nuclear “George Washington”, se dirige a la zona del conflicto para realizar maniobras junto a los surcoreanos. La vieja diplomacia de la cañonera enseñando la bandera en un mar, el Amarillo, que Beijing considera su lago. China, el banquero prestamista de Estados Unidos, tiene la llave capaz de contener a Pyongyang. Posee un acuerdo de defensa mutua con Corea del Norte a cuyo lado luchó en la guerra de Corea, en la que murió el hijo mayor de Mao. China garantiza 90% de la energía, 80% de los bienes de consumo y 45% de los alimentos que consume Corea del Norte. Su interés estratégico reside en evitar la desestabilización de su vecino y un posible éxodo demográfico hacia sus fronteras.
El ex presidente norteamericano Jimmy Carter, buen conocedor de Corea del Norte, explica en el “Washington Post” que sólo es posible una solución diplomática. Pyongyang estaría pidiendo respeto y negociaciones directas con Washington y éste sería el objetivo de la escalada de provocaciones. Con un telón de fondo de sucesión en la dictadura y necesidad de afirmar la firmeza y competencia, visiblemente inexistentes, del sucesor, Kim Jong-un, el general más joven del mundo, 27 años, al que el Ejército no acaba de tragar. Barack Obama deberá seguir con su política de paciencia estratégica e incluso, finalmente, puede verse obligado a aceptar el status quo.
La historia se repite. El presidente Eisenhower, un general, entendió que debía acabar con la guerra de Corea con un acuerdo político, que llevó al armisticio, una suspensión de hostilidades sin tratado de paz, largas tablas que se mantienen desde 1953. Así nacieron las dos Coreas, a similitud de la Alemania dividida entre comunistas y capitalistas. Antes, Truman tuvo que destituir al general MacArthur que, insubordinado contra el poder civil, quería arrasar China con armas atómicas para acabar con la guerra. El historiador Robert Dallek, biógrafo de las presidencias de John Kennedy y Lyndon Johnson, reflexiona sobre lo que llama “cualidades ingobernables” de los tiempos que vivimos. Y afirma que lo que definirá esta era de la presidencia de Obama es “el poder disminuido, la autoridad reducida, la capacidad mermada para definir los acontecimientos.”
Francisco G. Basterra/ Columnista de “El País”.
FICHA
Participación del Ejército
Corea del Norte
Fuerzas armadas: cerca de 1.2 millones de personas, más de 7.7 millones de reservistas.
Carros de combate: tres mil 900.
Blindados: dos mil 100.
Equipos de artillería: 13 mil 600.
Aviones de combate: 840.
Navíos de guerra: 420.
Submarinos, entre ellos submarinos pequeños: 70.
Misiles: mil, algunos de ellos con un alcance de más de tres mil kilómetros. Pyongyang efectuó también tres disparos de ensayo de misiles Taepodong intercontinentales.
Armas químicas: de dos mil 500 a cinco mil toneladas.
Armas nucleares: Corea del Norte tendría suficiente plutonio para fabricar de seis a ocho bombas atómicas.
Corea del Sur
Fuerzas armadas: 655 mil personas, más de 4,5 millones de reservistas
Carros de combate: dos mil 300
Blindados: dos mil 400
Equipos de artillería: cinco mil 400
Aviones de combate: 490
Navíos de guerra: 140
Submarinos: 10
No tiene armas nucleares
Fuerzas estadounidenses en Corea del Sur
Fuerzas armadas: 28 mil 500 personas
Carros de combate: 50
Blindados: 130
Aviones de combate: 90
Helicópteros de combate: 90
Misiles, entre ellos misiles Patriot: 100
No tiene armas nucleares en Corea del Sur
FUENTE: Defensa de Corea del Sur.
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