Internacional
China pide a EU neutralidad en disputa con Japón
Las islas DiaoyuSenkaku se volvieron el tema protagonista de la gira asiática de Panetta, a pesar de que ésta estuviese planificada desde agosto
El secretario de Defensa aterrizó hoy en Beijing después de un paso por Japón en plena escalada de tensiones entre ambos países, lo que motivó hoy al portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, a instar a Panetta a "no posicionarse en la cuestión de las islas Diaoyu".
La disputa por el archipiélago, que los chinos llaman Diaoyu y los japoneses conocen como Senkaku, se avivó hace una semana, cuando Tokio anunció la compra de tres de los islotes disputados y Beijing reaccionó con el envío de dos barcos patrulla en torno a sus aguas, desatando numerosas manifestaciones antiniponas en el país.
Aunque Panetta ha defendido que su país es neutral en la disputa, los medios oficiales chinos le acusan de hacer un doble juego.
Así, señalan que, si bien Washington se ofrece ante Beijing como "neutral", ante Tokio asegura que su pacto bilateral de seguridad también incluye el territorio de las Senkaku, lo que en la práctica supone que tendría que defender a Japón en caso de conflicto militar.
La crispación política se refleja también en las calles de Beijing, donde tienen lugar manifestaciones de marcado carácter antinipón.
Hoy, al menos trescientas personas se congregaron frente a la Embajada de Japón en la capital al son de proclamas nacionalistas, según confirmaron a Efe fuentes de la legación nipona que prefirieron mantener el anonimato.
Aunque el número de manifestantes ha disminuido en contraste con el fin de semana y hoy no se registraron los incidentes violentos de los días pasados -que provocaron la detención de once personas en la provincia sureña de Cantón-, se teme que se recrudezcan las protestas mañana martes.
Ese día se cumple el aniversario del llamado "incidente de Mukden", que dio pie a la invasión japonesa del territorio chino de Manchuria en 1931.
La tensión de los últimos días ha provocado que numerosas empresas japonesas, entre ellas Panasonic, Canon o Mitsui, decidieran hoy cesar temporalmente la actividad en sus fábricas o comercios en el país asiático.
En Beijing, numerosos restaurantes japoneses habían optado por cerrar sus puertas y colgar banderas chinas y carteles en los que se leía, en mandarín, "las Diaoyu son de China".
Ante esta situación, que ha creado el mayor sentimiento anti japonés en China desde hace años, la prensa estatal ha pedido mayor prudencia a la población a la hora de manifestarse, aunque no renunció al tono nacionalista y destacó como un "éxito" la misión de vigilancia de dos flotas patrulleras enviadas a las Diaoyu el pasado viernes.
El archipiélago de la discordia se encuentra situado a 250 kilómetros de la costa de China continental y a 200 al oeste del archipiélago japonés de Okinawa, y se estima que sus aguas -motivo de disputa entre chinos, japoneses y taiwaneses durante décadas- podrían contar con grandes recursos marinos y energéticos.
Estos acontecimientos han convertido a las Diaoyu/Senkaku en el tema protagonista de la gira asiática de Panetta, a pesar de que ésta estuviese planificada desde agosto, antes de que se avivasen las tensiones.
De hecho, el departamento de Defensa había anunciado las intenciones de EU -que quiere hacer de la región de Asia Pacífico su principal prioridad en política exterior- de aprovechar el viaje a China para reforzar los lazos militares con la potencia asiática.
Durante la visita, se prevé que el jefe del Pentágono se reúna con el vicepresidente chino, Xi Jinping, en el que sería el primer encuentro de alto nivel del llamado a convertirse en próximo presidente del país después de cancelar al menos tres citas que desataron los rumores sobre su estado de salud.
Además, Panetta se entrevistará en Pekín con el ministro chino de Defensa, Liang Guanglie, y con oficiales civiles y militares, para tratar asuntos como la intenciones de EEUU tras declarar en junio en Singapur que su país planea trasladar el 60 por ciento de su flota naval al Pacífico para el año 2020, un proyecto que China ve con suspicacia.
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