Internacional

Cheney enseña a Biden su futura residencia

El vicepresidente de Estados Unidos recibe a su sucesor después de los desencuentros en la campaña presidencial

WASHINGTON.- El vicepresidente de Estados Unidos, Richard (Dick) Cheney, sostuvo una reunión privada con su sucesor, el virtual vicepresidente electo Joseph (Joe) Biden, en el Observatorio Naval, que funciona como su residencia oficial.  

Cheney y su esposa Lynne recibieron a Biden y su esposa Hill, y posaron para los fotógrafos. Además, estaba previsto un recorrido por la residencia, informó la portavoz de Cheney, Megan Mitchell.  
El lunes pasado, el presidente George W. Bush y su esposa Laura recibieron al presidente electo Barack Obama y su esposa Michelle en la Casa Blanca.  

Durante la campaña electoral, Biden consideró a Cheney como “el vicepresidente más peligroso que hemos tenido”.  
Durante casi una década el nombre de Dick Cheney ha sido sinónimo del poder detrás del trono en la Casa Blanca.

Hombre poderoso

A lo largo de dos mandatos consecutivos, Cheney definió la política y exterior y operó desde las sombras algunas de las decisiones que marcarán el legado de la administración de George W Bush.

Al recibir a Joe Biden, a las puertas de su residencia oficial en el observatorio naval, su figura encorvada era el retrato del poder menguante y en franca retirada frente al hombre que, hace escasas semanas, le caracterizaba como un “auténtico imbécil”, como lo llegó a calificar Biden por su papel como principal instigador de la invasión en Iraq.

El ritual del traspaso de poderes entre Cheney y Biden se realizó en una tarde gris y lluviosa. En el acto las buenas maneras que impone el rigor protocolario, dominaron el encuentro, pero fueron inútiles para ocultar el mutuo desprecio que ambos profesan entre sí.

Los dos políticos se separaron del grupo para mantener una entrevista que duró poco más de una hora en uno de los salones de la residencia. Del contenido de las conversaciones, que mantuvieron en solitario, los portavoces aseguraron que estas tuvieron un carácter privado, nada novedoso para un personaje como Cheney acostumbrado a transitar por el mundo de la política sin hacer demasiado ruido.
(Agencias)
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