Internacional

Chávez viaja a Cuba a recibir quimioterapia

El mandatario venezolano se reúne con el presidente electo de Perú, Ollanta Humala, para estrechar lazos de hermandad

CARACAS, VENEZUELA (16/JUL/2011).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, viaja hoy a Cuba para continuar su lucha contra el cáncer. Será sometido a un tratamiento de quimioterapia para luego iniciar un “lento y complejo proceso de recuperación”.

El mandatario, de 56 años, dijo que envió una carta a la Asamblea Nacional pidiendo autorización para salir del país desde hoy, pero no precisó por cuánto tiempo estaría en Cuba y no hizo referencia a si dejaría encargado de la presidencia al vicepresidente, Elías Jaua.

Chávez pidió la autorización para ausentarse y “continuar, más bien para iniciar, lo que hemos llamado la segunda etapa de este proceso lento y complejo de recuperación que va bien”.

En la carta, el mandatario señaló que solicitaba su autorización a salir del país basándose en lo previsto en la Constitución del país.

“Me sea otorgada la autorización legislativa para ausentarme del territorio nacional a partir del próximo sábado 16 de julio del año en curso con el fin de continuar en La Habana (...) el plan de tratamiento necesario para la recuperación plena de mi salud”, dijo, al dar lectura a la carta.

Ollanta Humala visita a Chávez

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el mandatario electo de Perú, Ollanta Humala, se reunieron ayer en Caracas para estrechar lazos de “hermandad” y consolidar “un mismo futuro”, declararon ambos líderes.

“Creo con viva esperanza que esta amistad que vamos cultivando, que esta hermandad que estamos consolidando, justamente nos lleva hacia lo que usted ha dicho: un mismo futuro”, dijo Humala en el palacio presidencial de Miraflores, donde fue recibido por Chávez con honores de jefe de Estado.

“Bienvenido hermano y en estos días para mi, que estoy enfrentando una nueva batalla, Ollanta, tu visita me fortalece aún más, como sucedió hace poco cuando vinieron Evo (Morales, presidente de Bolivia), (Fernando) Lugo (de Paraguay) y (José) Mujica (de Uruguay)”.

Durante la campaña electoral en la carrera por ganar la presidencia de Perú, Humala, de 49 años, rechazó que su programa de Gobierno estuviera "entre dos fuegos", en referencia a los constantes choques entre Estados Unidos y Venezuela.

Humala dijo que no veía contradicción entre fortalecer las relaciones de Perú con Estados Unidos, “un socio importante”, y llevar a un “nivel óptimo” la amistad con Venezuela.

FRASE

''
Vengo a conversar y a darle fuerzas en esta batalla personal que está llevando. Cuente con nosotros, con oraciones y con la fuerza del pueblo peruano ''

Ollanta Humala,
presidente electo de Perú.

Análisis
El heredero


“Raúl no puede ser el sucesor,  tiene el nivel más pobre de aprobación”, decía el mensaje anónimo que recibió el entonces embajador mexicano en La Habana, Ricardo Pascoe, al día siguiente de que Fidel Castro sufriera un desmayo que abrió el debate sobre su sucesión.

No era el único inconveniente, a Raúl también le faltaba carisma y era percibido como más ortodoxo que Fidel.  “Lo de Raúl es el Ejército. El sucesor debe ser Carlos Lage”,  confesó a Pascoe,  Eusebio Leal, entonces miembro del  buró político del Partido Comunista. Sin embargo, llegado el traspaso definitivo, Raúl fue el elegido.

La anécdota es imprescindible recordarla  cuando se debate quién podría ser el sucesor de  Chávez. Por un lado están los funcionarios que ocupan puestos claves, integrantes del círculo exclusivo de colaboradores del mandatario.  Por otro se encuentra Adán, el hermano y  gobernador del  Estado de Barinas,  a quien se le atribuyen los mismos rasgos que no favorecían la candidatura de Raúl Castro.

Si Hugo Chávez hubiera muerto repentinamente y como resultado los grupos de poder  hubieran exigido abrir un proceso interno  de elección democrática, Rafael Ramírez,  Nicolás Maduro y  el vicepresidente Elías Jaua seguramente tendrían mejores opciones. Pero la supervivencia del mandatario significa que tendrá preponderancia exclusiva en la elección del sucesor y que  utilizará su ascendencia para legitimarlo.

El caudillo es reticente por naturaleza al reemplazo.  La exageración de su protagonismo y las  dimensiones de su poder lo conducen  a creer que es insustituible y  a recelar de cambios  que mermen su jurisdicción.   A él sólo lo acorralan  fuerzas biológicas.  En ese momento la pregunta que se formula  no es cuál de sus colaboradores es mejor aceptado por las bases, sino quién puede garantizar tanto la supervivencia de su legado como la seguridad y los privilegios de que goza su entorno familiar. La opción menos riesgosa termina encontrándola en el vínculo de consanguinidad.

La dependencia de Caracas con respecto a La Habana en materias claves como salud, educación y seguridad aporta un dato adicional. Conservar la excelente relación es una prioridad. Allí también Adán aventaja a sus contendientes, ¿quién diseñó los actuales vínculos? ¿Quién fue  a decir del mandatario “mi hombre en La Habana”?

Mtro. Orestes Enrique Díaz Rodríguez, UDG
www.orestesenrique.wordpress.com
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