Internacional
Bush supo de prisioneros inocentes en Guantánamo
Washington retuvo a numerosos reclusos porque era “políticamente imposible” liberarlos, dijo el ex funcionario del departamento de Estado
El documento es una declaración firmada por el coronel Lawrence Wilkerson, asesor del ex secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, para respaldar una demanda judicial presentada el jueves por Adel Hassan Hamad, un sudanés detenido en Guantánamo entre 2003 y 2007, por su supuesta pertenencia a Al Qaeda.
Se trata del primer testimonio por escrito de un ex alto funcionario de la Administración Bush (2001-2009), que reconoce que Washington mantuvo a numerosos reclusos en la base naval de la isla de Cuba a sabiendas de que no pertenecían a grupos terroristas, pero que era “políticamente imposible liberarlos”.
El gran pretexto
El presidente George W. Bush utilizó como justificación en la lucha contra el terrorismo, los ataques que sufrieran el 11 de septiembre de 2001, dos símbolos de la cultura y el poder estadounidense: el World Trade Center y el Pentágono los Estados Unidos. Horas después, el mandatario advirtió: “Cualquier nación que continúe albergando o apoyando al terrorismo será considerada un régimen hostil por los Estados Unidos”.
El 26 de octubre de ese año, Bush firmó una Ley llamada USA-Patriot Act, que recortó considerablemente las libertades públicas y civiles dentro del territorio norteamericano. Permitió a los departamentos de inteligencia detener e interrogar a todo aquel que para los agentes pareciera sospechoso, si mediar argumentos probatorios.
Una de las irregularidades, entre otras, ejecutadas en nombre del combate al terrorismo, fue que el FBI recurriera falsamente a “emergencias” entre 2002 y 2006 para efectuar espionaje telefónico, sin mediar permiso para ello.
El primero de marzo de 2010, el mandatario Barack Obama firmó una prolongación de la controvertida ley antiterrorista, que da al Ejecutivo y a los órganos judiciales más poderes para controlar a sospechosos de terrorismo.
Razones políticas
“Hablé del tema de los detenidos de Guantánamo con el secretario Powell. Me enteré de que creía que no sólo el vicepresidente Dick Cheney y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, sino también el presidente Bush, estaban implicados en todo el proceso de toma de decisiones de Guantánamo”, escribió el coronel Wilkerson.
Agrega que los tres funcionarios de alto nivel rechazaron liberar a los prisioneros sobre los que había constancia de su inocencia, porque resultaba “políticamente imposible”.
En su testimonio, Wilkerson afirma que la Casa Blanca tuvo la certeza de que la mayoría de los 742 prisioneros enviados inicialmente a Guantánamo en 2002 eran completamente inocentes.
El militar explicó que esos detenidos nunca vieron a un soldado de Estados Unidos cuando fueron detenidos y que la mayoría de ellos fueron “vendidos” por Afganistán y Pakistán por cinco mil dólares por cabeza.
Wilkerson indica que Cheney y Rumsfeld se opusieron a revisar sus casos y a liberarlos porque “los métodos para las detenciones (de terroristas) habrían sido desvelados”, algo que “no era aceptable y hubiera socavado seriamente” el trabajo de la Administración.
Cuando asumió su cargo en 2009, el presidente Barack Obama prometió cerrar Guantánamo antes de finalizar enero de 2010, pero no cumplió. Quedan ahí unos 180 prisioneros.
Perfil
Crítico de la Casa Blanca
Lawrence Wilkerson
El coronel, quien sirvió durante 31 años en las Fuerzas armadas de Estados Unidos, nació el 15 de junio de 1945 en Gaffney, Carolina del Sur. En 1966 decidió acudir a la Guerra de Vietnam como una obligación moral. Además fue piloto y marino. En 1989 comenzó a trabajar con Colin Powell, a la postre secretario de Estado norteamericano (2001-2005). Tras su retiro, ha sido un crítico contumaz por la mala planificación de la guerra contra Iraq, así como del trato a los prisioneros y supuestos militantes de Al Qaeda.
En 2009, Wilkerson dijo a la agencia AP que la Administración Bush estaba dispuesta a seguir deteniendo a hombres inocentes por el hecho de ser afganos o residir en la frontera con esta nación, aparente refugio de talibanes terroristas.
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