Internacional

Bachelet inicia tercer año de mandato con baja popularidad

Las encuestas mantienen a la presidenta y su gobierno con una baja aprobación y con temas pendientes, como mayor seguridad

SANTIAGO, CHILE (13/MAR/2016).- La presidenta chilena Michelle Bachelet inició su tercer año marcado por la promesa de una nueva Constitución y una baja popularidad en las encuestas, con una aprobación inferior al 30 por ciento.
 
Aunque el gobierno consiguió en estos dos años la aprobación de iniciativas emblemáticas que estuvieron "en agenda" por años, los sondeos que miden la percepción de la gente respecto a la mandataria y su gobierno no logran repuntar, aunque parecen haber tocado fondo.
 
La administración Bachelet se siente "satisfecha" con los cambios logrados hasta ahora, con promesas de campaña que "hoy día son realidades y esas realidades están cambiando positivamente al país", como dijo hace unos días el ministro vocero, Marcelo Díaz.
 
"Este es un gobierno transformador, un gobierno de cambios, que cumple con sus compromisos", apuntó Díaz, ministro secretario general de Gobierno, con motivo de los dos años de gobierno.
 
Entre los muchos logros del Ejecutivo mencionó la Reforma Tributaria, "que le ha permitido al país contar con recursos para financiar políticas sociales tan anheladas", y la gratuidad en la educación "que ya es realidad" para los sectores más desposeídos.
 
Sin embargo, las encuestas mantienen a la presidenta Bachelet y su gobierno con una baja aprobación y con temas pendientes en la agenda como una mayor seguridad, un ataque frontal a la corrupción y, por supuesto, una nueva Constitución para Chile.
 
La encuesta Plaza Pública de la consultora Cadem refleja la caída que ha sufrido la mandataria desde que asumió el gobierno, el 11 de marzo de 2014, cuando tenía 52 por ciento de apoyo, tasa que no logró sostener en el tiempo.
 
Cuando cumplió un año en el poder, en su segundo gobierno, la aprobación rondaba un 33 por ciento, mientras que el 58 por ciento desaprobaba la manera en que la jefa de Estado manejaba el país.
 
Este mes, cuando se cumplen dos años de la segunda administración de Bachelet, no ha podido cambiar el escenario que arrojan los sondeos de opinión y en la última Plaza Pública sólo un 23 por ciento de los encuestados aprobó a la mandataria y el 67 por ciento la desaprobó.
 
Ni siquiera una de sus promesas de campaña, el cambio de la Constitución de 1980, promulgada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ha logrado conquistar a quienes la eligieron para comandar el país hasta el 11 de marzo de 2018.
 
Bachelet dijo en su campaña electoral, en 2013 y 2014, que "es hora de tener una carta fundamental nacida en democracia y que sea producto de una discusión amplia y diversa y que recoja los cambios que Chile ha vivido en las últimas décadas".
 
Dos años después, la presidenta chilena presentó un consejo de observadores que permitirá iniciar un proceso que tendrá distintas etapas para crear una nueva carta magna.
 
Este grupo, en el que se buscó una alta representatividad, está integrado por diversas figuras provenientes del deporte, la cultura, las comunicaciones, el empresariado y la religión, entre otros.
 
En forma posterior, el gobierno, mediante el sitio web "Constitucionario" (www.constitucionario.cl), explicó cuáles son las siete etapas que tendrá la tarea de crear una nueva Constitución para los chilenos.
 
En estos días deberían comenzar "los diálogos para fomentar la formación cívica de la gente", donde se buscará "dar pie a los diálogos ciudadanos (comunales, provinciales y regionales) para tomar en cuenta las visiones particulares. Esta etapa se produciría entre marzo y octubre del 2016".
 
Para el segundo semestre de este año se prevé que la presidenta Bachelet "entregue el proyecto de Nueva Constitución basado en la elaboración de las bases ciudadanas".
 
Al mismo tiempo, se buscará el sistema adecuado para que el Congreso dirima cual será el procedimiento de reemplazo constitucional, si será a través de una Asamblea Constituyente, un plebiscito o comisiones bicamerales (Cámaras del Senado y Diputados).
 
En 2017, finalmente, se debería enviar la propuesta de nueva Constitución, para que en 2018 el Congreso discuta la propuesta y luego, probablemente mediante un plebiscito, el pueblo chileno decida si acepta o no la nueva carta fundamental chilena.
 
Según politólogos, ahora sólo es cuestión de tiempo para comprobar si el inicio del proceso para cambiar la Constitución le dará un nuevo aire a este segundo mandato de Bachelet.

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