Internacional
Bachelet enviará propuesta para que educación superior sea gratuita
Se pretende controlar que se respete la prohibición de lucrar con la educación
Michelle Bachelet, anunció este domingo que enviara al Congreso un proyecto de ley que instaura gradualmente la gratuidad universal en la
educación superior, último paso de una ambiciosa reforma que busca eliminar el sistema heredado de la dictadura.
El proyecto, que se presentará el lunes ante el Congreso, donde la gobernante Nueva Mayoría tiene mayoría en ambas cámaras, abarca a todas las instituciones de educación superior, públicas y privadas, mantiene el financiamiento estatal a universidades y estudiantes mientras se llega a la gratuidad universal y controla que se respete la prohibición de lucrar con la educación.
"Con el (proyecto) cerramos el ciclo de las leyes de la gran reforma educacional que iniciamos en 2014 y que va desde las salas cunas hasta la educación superior", señaló Bachelet en cadena nacional.
Con el envío al Congreso se busca que "quede establecido por ley que no hay vuelta atrás, Chile conquistó un derecho permanente que se irá completando gradualmente", acotó la mandataria.
Para lograrlo, la norma deberá superar un debate parlamentario que podría ser complejo, ya que varios actores del sistema educativo, como los rectores de las universidades estatales, cuyo funcionamiento y financiamiento no es totalmente controlado por el Estado, y la oposición política han mostrado sus reparos.
Diferencias que se sintierion también en el gobierno, que este mismo domingo discutió en La Moneda el proyecto.
En medio de la desaceleración de la economía local -afectada por la caída de los precios del cobre, uno de los motores de su economía, y un escenario regional adverso-, se suman las voces del sector privado que ponen en duda que existan los recursos necesarios para avanzar en la gratuidad.
Por su parte, el movimiento estudiantil -clave en el impulso de la reforma- también tiene serios reparos al proyecto por considerar que no elimina totalmente al mercado del sistema. Un rechazo estudiantil que se hizo sentir con fuerza en los últimos meses con multitudinarias marchas en Santiago y en ciudades de todo el país.
Debido a las demoras en la formulación del proyecto de ley, a inicios de este año el gobierno estableció en la ley de persupuesto la gratuidad de la enseñanza universitaria para decenas de miles de estudiantes de bajos recursos.
Así, estos fueron los primeros estudiantes universitarios chilenos en décadas en volver a estudiar gratuitamente, lo que representa el inicio de la supresión de un sistema heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que llevó a crear universidades privadas y a desmantelar la educación pública en todos sus niveles, en especial el universitario.
SANTIAGO DE CHILE (03/JUL/2016).- La presidenta chilena,
El proyecto, que se presentará el lunes ante el Congreso, donde la gobernante Nueva Mayoría tiene mayoría en ambas cámaras, abarca a todas las instituciones de educación superior, públicas y privadas, mantiene el financiamiento estatal a universidades y estudiantes mientras se llega a la gratuidad universal y controla que se respete la prohibición de lucrar con la educación.
"Con el (proyecto) cerramos el ciclo de las leyes de la gran reforma educacional que iniciamos en 2014 y que va desde las salas cunas hasta la educación superior", señaló Bachelet en cadena nacional.
Con el envío al Congreso se busca que "quede establecido por ley que no hay vuelta atrás, Chile conquistó un derecho permanente que se irá completando gradualmente", acotó la mandataria.
Para lograrlo, la norma deberá superar un debate parlamentario que podría ser complejo, ya que varios actores del sistema educativo, como los rectores de las universidades estatales, cuyo funcionamiento y financiamiento no es totalmente controlado por el Estado, y la oposición política han mostrado sus reparos.
Diferencias que se sintierion también en el gobierno, que este mismo domingo discutió en La Moneda el proyecto.
En medio de la desaceleración de la economía local -afectada por la caída de los precios del cobre, uno de los motores de su economía, y un escenario regional adverso-, se suman las voces del sector privado que ponen en duda que existan los recursos necesarios para avanzar en la gratuidad.
Por su parte, el movimiento estudiantil -clave en el impulso de la reforma- también tiene serios reparos al proyecto por considerar que no elimina totalmente al mercado del sistema. Un rechazo estudiantil que se hizo sentir con fuerza en los últimos meses con multitudinarias marchas en Santiago y en ciudades de todo el país.
Debido a las demoras en la formulación del proyecto de ley, a inicios de este año el gobierno estableció en la ley de persupuesto la gratuidad de la enseñanza universitaria para decenas de miles de estudiantes de bajos recursos.
Así, estos fueron los primeros estudiantes universitarios chilenos en décadas en volver a estudiar gratuitamente, lo que representa el inicio de la supresión de un sistema heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que llevó a crear universidades privadas y a desmantelar la educación pública en todos sus niveles, en especial el universitario.
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