Internacional
Bachelet dice que deja el país en buen estado para Piñera
Fue la primera mujer presidenta de Chile y llegó al poder apoyada con reticencia por los partidos políticos de centroizquierda
Michelle Bachelet dijo el jueves que deja a
Chile en buen estado para el presidente electo Sebastián Piñera, haciendo hincapié en que las tareas más urgentes frente al terremoto ya están realizadas o en vías de realización.
"Viva Chile!", exclamó Bachelet en su prolongada despedida de La Moneda, donde marchó con los guardias de la mansión presidencial y luego se demoró con una multitud de partidarios en la plaza. La gente agitaba banderas del partido socialista y pugnaba por estrecharle la mano, entregarle flores e incluso acariciarle el rostro.
"Ahora voy a salir por la puerta grande", dijo Bachelet. "Voy a salir triste por el dolor de nuestra gente, pero también voy a salir con la frente en alto, satisfecha por lo que hemos logrado".
"Me voy tranquila porque hemos puesto todo nuestro mayor empeño en hacer las cosas bien, y contenta también porque esta Moneda nunca más será la casa de los presidentes, sino la casa de los presidentes y las presidentas de Chile. Y eso también nos hace un país mejor".
Piñera, un multimillonario inversor y el primer presidente derechista elegido en Chile en 52 años, ponía manos a la obra.
Tras la ceremonia de asunción en la legislatura en Valparaíso, Piñera asistía a un almuerzo breve con visitantes extranjeros y luego volaba a la ciudad costeña de Constitución, donde el maremoto dejó muchos muertos y destruyó el centro de la población.
Después de un encuentro con sobrevivientes, planeaba regresar a la capital, pronunciar un discurso desde el balcón presidencial y reunirse con su gabinete, integrado principalmente por empresarios y tecnócratas.
Con inédita popularidad Bachelet deja el poder
La presidenta Michelle Bachelet deja el poder en medio de la tristeza, porque cuando su popularidad llegaba al 84 por ciento, un terremoto de 8.8 seguido por un tsunami devastó el centro sur chileno, y dejó casi medio millar de muertos y centenares de desaparecidos.
"Lo que más me ha dolido es la gente, lo que les ha pasado, las pérdidas humanas... y, por cierto, las personas que han saqueado, eso duele, y duele mucho", declaró la víspera en una entrevista con el Canal 13 de la Universidad Católica.
Bachelet, de 57 años, médico pediatra, es hasta ahora la primera mujer presidenta y, como tal, sus inicios no fueron fáciles, enfrentó una inédita rebelión de estudiantes secundarios; luego se repuso con dificultad a la modernización del transporte público, que le significó una baja momentánea en la popularidad y hace un par de años afrontó una erupción volcánica que esfumó todo un poblado, y dos años antes un terremoto en una ciudad costera del norte.
Llegó al poder apoyada con reticencia por los partidos políticos de centroizquierda que forman la coalición oficialista que se mantuvo por 20 años en el poder, aparentemente, por ser la primera mujer en aspirar a la presidencia de Chile.
Sin embargo, su base de apoyo estuvo en la popularidad en las encuestas públicas a las que fue encumbrada por el pueblo, que la vio desde un comienzo trabajando entre la gente.
Apareció arriba de un tanque del ejército recorriendo poblados con damnificados por inundaciones, o cuando el entonces presidente Ricardo Lagos le impuso un plazo de 90 días para terminar con las filas de espera en las postas básicas de salud cuando fue ministra.
Bachelet, hija de un general muerto a consecuencia de torturas de sus camaradas golpistas, estuvo presa junto a su madre un par de semanas. Salió al exilio a la Alemania Oriental en 1975, fue a México y retornó en 1979 al país.
A su regreso se incorporó de lleno a las actividades de su partido, el socialista, y después del 2000, fue ministra de Salud y de Defensa en el gobierno de Lagos.
La saliente mandataria habla inglés y domina el alemán, francés y portugués, lo que le sirvió para relacionarse más directamente con sus colegas de todo el mundo, por donde se extendió su popularidad.
Sus primeros dos hijos nacieron de un matrimonio en Alemania, de cuyo esposo se divorció. La tercera hija fue fruto de otra relación, con una pareja de la que se separó hace varios años.
Durante su mandato siempre fue acosada por los periodistas con preguntas sobre su soltería. "Nunca me jubilaré (en el amor) y si las cosas pasan, bien. Y si no, tranquila también", respondió en una entrevista con el animador Don Francisco el martes en la noche.
"No sé lo que me va a pasar en el futuro", dijo sonriente, agregando que "no me jubilo y no tengo nada que destapar", en alusión a que, por ahora, no tiene una pareja.
El sello de su gobierno es la protección social: amplió en cinco años la salud gratuita, a partir de los 60 años; incrementó el numero de patologías que la salud pública debe atender gratuitamente, otorgó una pensión para las dueñas de casa, entregó una bonificación por cada hijo nacido vivo, que se acumula a los fondos provisionales, entre otras garantías.
En el ámbito de los derechos humanos, reabrió las comisiones que califican a los detenidos desaparecidos y a los presos políticos, que de ser aceptados, reciben una pensión vitalicia y creó el Museo de la Memoria, que grafica a las 3 mil 65 opositores muertos durante la dictadura del general Augusto Pinochet.
Además modernizó el Servicio Médico Legal, después que casi recién llegada al poder se descubrió que los forenses identificaron mal a 48 restos de detenidos desaparecidos y con dudas a otros 37. El hecho remeció el país y la mandataria nombró una delegada presidencial dedicada exclusivamente a resolver el problema, y destinó recursos extraordinarios al servicio y especializó a sus funcionarios.
Vea: Momentos antes de la toma de protesta de Piñera, nuevo sismo sacude a Chile
SANTIAGO, CHILE.- La presidenta saliente
"Viva Chile!", exclamó Bachelet en su prolongada despedida de La Moneda, donde marchó con los guardias de la mansión presidencial y luego se demoró con una multitud de partidarios en la plaza. La gente agitaba banderas del partido socialista y pugnaba por estrecharle la mano, entregarle flores e incluso acariciarle el rostro.
"Ahora voy a salir por la puerta grande", dijo Bachelet. "Voy a salir triste por el dolor de nuestra gente, pero también voy a salir con la frente en alto, satisfecha por lo que hemos logrado".
"Me voy tranquila porque hemos puesto todo nuestro mayor empeño en hacer las cosas bien, y contenta también porque esta Moneda nunca más será la casa de los presidentes, sino la casa de los presidentes y las presidentas de Chile. Y eso también nos hace un país mejor".
Piñera, un multimillonario inversor y el primer presidente derechista elegido en Chile en 52 años, ponía manos a la obra.
Tras la ceremonia de asunción en la legislatura en Valparaíso, Piñera asistía a un almuerzo breve con visitantes extranjeros y luego volaba a la ciudad costeña de Constitución, donde el maremoto dejó muchos muertos y destruyó el centro de la población.
Después de un encuentro con sobrevivientes, planeaba regresar a la capital, pronunciar un discurso desde el balcón presidencial y reunirse con su gabinete, integrado principalmente por empresarios y tecnócratas.
Con inédita popularidad Bachelet deja el poder
La presidenta Michelle Bachelet deja el poder en medio de la tristeza, porque cuando su popularidad llegaba al 84 por ciento, un terremoto de 8.8 seguido por un tsunami devastó el centro sur chileno, y dejó casi medio millar de muertos y centenares de desaparecidos.
"Lo que más me ha dolido es la gente, lo que les ha pasado, las pérdidas humanas... y, por cierto, las personas que han saqueado, eso duele, y duele mucho", declaró la víspera en una entrevista con el Canal 13 de la Universidad Católica.
Bachelet, de 57 años, médico pediatra, es hasta ahora la primera mujer presidenta y, como tal, sus inicios no fueron fáciles, enfrentó una inédita rebelión de estudiantes secundarios; luego se repuso con dificultad a la modernización del transporte público, que le significó una baja momentánea en la popularidad y hace un par de años afrontó una erupción volcánica que esfumó todo un poblado, y dos años antes un terremoto en una ciudad costera del norte.
Llegó al poder apoyada con reticencia por los partidos políticos de centroizquierda que forman la coalición oficialista que se mantuvo por 20 años en el poder, aparentemente, por ser la primera mujer en aspirar a la presidencia de Chile.
Sin embargo, su base de apoyo estuvo en la popularidad en las encuestas públicas a las que fue encumbrada por el pueblo, que la vio desde un comienzo trabajando entre la gente.
Apareció arriba de un tanque del ejército recorriendo poblados con damnificados por inundaciones, o cuando el entonces presidente Ricardo Lagos le impuso un plazo de 90 días para terminar con las filas de espera en las postas básicas de salud cuando fue ministra.
Bachelet, hija de un general muerto a consecuencia de torturas de sus camaradas golpistas, estuvo presa junto a su madre un par de semanas. Salió al exilio a la Alemania Oriental en 1975, fue a México y retornó en 1979 al país.
A su regreso se incorporó de lleno a las actividades de su partido, el socialista, y después del 2000, fue ministra de Salud y de Defensa en el gobierno de Lagos.
La saliente mandataria habla inglés y domina el alemán, francés y portugués, lo que le sirvió para relacionarse más directamente con sus colegas de todo el mundo, por donde se extendió su popularidad.
Sus primeros dos hijos nacieron de un matrimonio en Alemania, de cuyo esposo se divorció. La tercera hija fue fruto de otra relación, con una pareja de la que se separó hace varios años.
Durante su mandato siempre fue acosada por los periodistas con preguntas sobre su soltería. "Nunca me jubilaré (en el amor) y si las cosas pasan, bien. Y si no, tranquila también", respondió en una entrevista con el animador Don Francisco el martes en la noche.
"No sé lo que me va a pasar en el futuro", dijo sonriente, agregando que "no me jubilo y no tengo nada que destapar", en alusión a que, por ahora, no tiene una pareja.
El sello de su gobierno es la protección social: amplió en cinco años la salud gratuita, a partir de los 60 años; incrementó el numero de patologías que la salud pública debe atender gratuitamente, otorgó una pensión para las dueñas de casa, entregó una bonificación por cada hijo nacido vivo, que se acumula a los fondos provisionales, entre otras garantías.
En el ámbito de los derechos humanos, reabrió las comisiones que califican a los detenidos desaparecidos y a los presos políticos, que de ser aceptados, reciben una pensión vitalicia y creó el Museo de la Memoria, que grafica a las 3 mil 65 opositores muertos durante la dictadura del general Augusto Pinochet.
Además modernizó el Servicio Médico Legal, después que casi recién llegada al poder se descubrió que los forenses identificaron mal a 48 restos de detenidos desaparecidos y con dudas a otros 37. El hecho remeció el país y la mandataria nombró una delegada presidencial dedicada exclusivamente a resolver el problema, y destinó recursos extraordinarios al servicio y especializó a sus funcionarios.
Vea: Momentos antes de la toma de protesta de Piñera, nuevo sismo sacude a Chile
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