Internacional
Autoridades indias continúan ofensiva en hotel de Mumbai
El enfrentamiento se recrudeció horas después de que un comando de elite irrumpió en un centro judío y halló a seis rehenes muertos
El enfrentamiento se recrudeció horas después de que un comando de elite irrumpió en un centro judío y halló a seis rehenes muertos.
Las llamas envolvieron una esquina del hotel, al nivel del piso, y una columna de humo negro salía de las ventanas, en medio de un intenso tiroteo.
Las fuerzas indias intensificaron su contraataque a los milicianos parapetados, una ofensiva que comenzó el viernes por la noche, cuando el ejército irrumpió con fuego de granadas y fusiles en el hotel, el último escondite de los presuntos extremistas musulmanes.
Más de 150 personas han muerto desde el miércoles por la noche cuando asaltantes atacaron 10 lugares de la capital financiera de la India, entre las víctimas, por lo menos 15 son extranjeras.
Los cadáveres del rabino Gavriel Noach Holtzberg de Nueva York y su esposa, Rivkah, se encontraron en el centro judío. Moshe, de dos años, fue rescatado por una empleada que escapó del edificio el jueves.
Holtzberg fue por lo menos uno de tres estadounidenses muertos en los ataques. Rivka nació en Israel y vivió durante muchos años en Nueva York aunque no quedó en claro si es ciudadana estadounidense.
Las autoridades aún no han identificado a los responsables del ataque sin precedentes, pero los funcionarios indios han señalado a Pakistán, su rival al otro lado de la frontera, mientras que los líderes pakistaníes han prometido cooperar con la investigación. Un equipo de agentes de la FBI se dirigiría a India para investigar los ataques.
El viernes, los enfrentamientos se prolongaron por tercer día, mientras que los comandos eliminaron a dos de los hombres armados dentro del lujoso hotel Oberoi donde encontraron 24 cadáveres, informaron las autoridades. Decenas de personas, incluyendo un hombre que llevaba a un bebé y 20 tripulantes de una aerolínea, fueron evacuados del Oberoi horas antes.
Horas de disparos intermitentes y explosiones, hasta la mañana del sábado, se suscitaron en el hotel Taj Mahal, a pesar de que las autoridades informaron que habían retirado a todos los rebeldes la noche anterior.
Al amanecer las fuerzas indias comenzaron a lanzar granadas al edificio, donde las autoridades creían que uno o dos rebeldes se encontraban en una habitación.
La cadena de televisión CNN informó que el gobierno interrumpió sus transmisiones en directo desde el lugar de los hechos en Mumbai. Las autoridades pidieron que no mostrara secuencias en directo de la ofensiva contra los atacantes por creer que los agresores vigilaban las transmisiones. La mayoría de los canales acató el pedido.
Cuando se logre controlar el hotel se terminará uno de los peores ataques terroristas en la historia de India.
Para la tarde del viernes al menos nueve atacantes habían muerto y uno estaba arrestado, dijo R. Patil, alto funcionario del estado de Maharashtra, cuya capital es Mumbai.
En uno de los contraataques más dramáticos, comandos indios descendieron de un helicóptero al techo del centro del Jabad Lubavitch, mientras un grupo de francotiradores los protegían.
Casi 12 horas después de comenzar la batalla, las fuerzas indias abandonaron el edificio entre los vítores de la multitud.
Pero dentro del centro sólo encontraron una escena trágica.
El ministro de Defensa israelí Ehud Barak declaró a la televisora Canal 1 de Israel que se habían encontrado los cadáveres de tres hombres y tres mujeres en el edificio. Algunas víctimas tenían heridas, agregó Barak. "Fue una situación difícil", dijo.
Los medios locales reportaron que dos de los atacantes fueron hallados muertos en el edificio, según informes militares.
Ese centro en Mumbai era una sinagoga y una sede cultural del grupo judío ultraortodoxo Jabad Lubavitch, que tiene locales similares alrededor del mundo. El centro de Mumbai recibía a una gran cantidad de turistas y a la pequeña comunidad local de judíos, informó el grupo.
Además de los fallecidos en el centro judío las autoridades locales informaron de la muerte de ciudadanos de Australia, Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Singapur y un hombre con nacionalidad británica y grecochipriota.
La primera ministra israelí Tzipi Livni dijo que los atacantes se enfocaron a víctimas occidentales y judías.
"Nuestro mundo esta bajo una amenaza. No importa si ocurre en India o en otra parte", afirmó. "Son extremistas islámicos que no aceptan nuestra existencia o los valores occidentales".
Los atacantes iban bien preparados, al parecer exploraron algunos de sus objetivos previamente y llevaban consigo incluso bolsas de almendras para consumir un alimento que les proporcionara energía para resistir el asalto. En una de sus mochilas se encontraron 400 municiones.
Andreina Varagona de Nashville, Tenesí, recibió disparos en la pierna derecha y el brazo derecho mientras cenaba en el hotel Oberoi. Señaló que casi no hubo tiempo para escapar.
"En dos minutos nos tenían controlados", dijo. Varagona vio una decena de cuerpos en el piso, se arrastró entre los cadáveres hasta la cocina donde los empleados del restaurante se habían escondido. La recogieron y la llevaron fuera del hotel.
El primer ministro Manmohan Singh culpó a "fuerzas externas" de la violencia _ expresión utilizada en ocasiones para referirse a los islamistas paquistaníes, a quienes las autoridades indias culpan con frecuencia de los ataques.
El viernes, el canciller indio endureció esas acusaciones.
"Según la información preliminar, algunos elementos en Pakistán son responsables de los ataques terroristas de Mumbai", dijo Pranab Mujeryi a los periodistas en la ciudad occidental de Jodhpur.
"Las pruebas no pueden ser mencionadas en este momento", agregó, e indicó que Pakistán aseguró al gobierno de Nueva Delhi que no permitirá que su territorio sea utilizado para atacar a India. Las autoridades indias acusan desde hace tiempo a Islamabad de permitir la presencia en su suelo de grupos extremistas musulmanes, especialmente los que combaten en la disputada zona fronteriza de Cachemira. Los cautelosos comentarios de Mujeryi parecen indicar que acusó a los grupos basados en Pakistán por los ataques, no a Islamabad.
Pakistán niega desde hace tiempo esas acusaciones.
Horas antes, el ministro de Defensa de Pakistán Ahmed Mukhtar negó en Islamabad que su país tuviera relación alguna con los ataques. "Quiero indicar de forma categórica que Pakistán no está mezclado en estos cruentos incidentes".
El presidente George W. Bush dijo que su gobierno colaboraba con India y otros países para encontrar a los responsables. Un equipo del FBI se dirigía a India para ayudar a la investigación, informaron oficiales estadounidenses.
"Continuaremos cooperando contra esos extremistas que sólo traen violencia y desesperación", afirmó Bush en un comunicado.
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