Internacional
Atentados en Noruega dejan al menos 87 muertos
Abren fuego en un campamento en la Isla de Utoya y explota bomba en edificios oficiales de la ciudad de Oslo
- Descartan que terroristas perpetraran los atentados
OSLO, NORUEGA (23/JUL/2011).- Noruega sufrió ayer los peores ataques al país desde la Segunda Guerra Mundial. Un hombre identificado como Anders Behring Breivik, de 32 años, abrió fuego en un campamento en la Isla de Utoya, perpetrando una de las más graves masacres a tiros en la historia, matando por lo menos a 80 jóvenes, mientras otros corrían o incluso nadaban horrorizados en busca de salvar la vida.
“Nos ha llevado tiempo buscar en el área. Lo que sabemos ahora es que podemos decir que hay por lo menos 80 muertos de Utoya”, dijo la Policía.
Una campista de 15 años, llamada Elise, dijo haber escuchado disparos, pero luego vio a un agente policial y pensó que estaba segura. Después, comenzó a ver a varias personas abatidas a tiros justo frente a sus ojos.
Mientras tanto, la capital noruega lucía edificios oficiales desfigurados y víctimas que recibieron primeros auxilios en banquetas cubiertas de cristales tras la explosión de la bomba en la que fallecieron siete personas.
Los ataques representaron el peor acto terrorista en Europa Occidental desde la ofensiva del 11 de marzo de 2004 en Madrid, cuando estallaron numerosas bombas, principalmente en el sistema de transporte, dejando 191 muertos y casi dos mil lesionados.
OSLO, NORUEGA (23/JUL/2011).- Noruega sufrió ayer los peores ataques al país desde la Segunda Guerra Mundial. Un hombre identificado como Anders Behring Breivik, de 32 años, abrió fuego en un campamento en la Isla de Utoya, perpetrando una de las más graves masacres a tiros en la historia, matando por lo menos a 80 jóvenes, mientras otros corrían o incluso nadaban horrorizados en busca de salvar la vida.
“Nos ha llevado tiempo buscar en el área. Lo que sabemos ahora es que podemos decir que hay por lo menos 80 muertos de Utoya”, dijo la Policía.
Una campista de 15 años, llamada Elise, dijo haber escuchado disparos, pero luego vio a un agente policial y pensó que estaba segura. Después, comenzó a ver a varias personas abatidas a tiros justo frente a sus ojos.
Mientras tanto, la capital noruega lucía edificios oficiales desfigurados y víctimas que recibieron primeros auxilios en banquetas cubiertas de cristales tras la explosión de la bomba en la que fallecieron siete personas.
Los ataques representaron el peor acto terrorista en Europa Occidental desde la ofensiva del 11 de marzo de 2004 en Madrid, cuando estallaron numerosas bombas, principalmente en el sistema de transporte, dejando 191 muertos y casi dos mil lesionados.
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