Internacional
Ataques coordinados y tiroteos dejan unos 121 muertos en Nigeria
Entre las víctimas de los disturbios se encuentran policías y periodistas
Una fuente de la Cruz Roja nigeriana, que participaba en las labores de retirada de los cadáveres de las calles, declaró haber contado al menos 121 cuerpos.
"En nuestro conteo, por el momento tenemos 121" víctimas mortales, dijo la fuente, quien pidió el anonimato al no estar autorizado ha hacer declaraciones.
Un corresponsal de la AFP contó al menos 80 cadáveres en la morgue del principal hospital de Kano. Los cuerpos presentaban en su mayoría heridas por impacto de bala.
Un centenar de personas esperaban en el exterior para recoger los restos de sus allegados.
Las autoridades decretaron un toque de queda de 24 horas en Kano, la mayor ciudad del norte de Nigeria, de mayoría musulmana, presa de la violencia el viernes al anochecer, con ataques contra ocho comisarías de policía y oficinas de inmigración o residencias.
El principal diario del norte de Nigeria indicó en su edición del sábado que un supuesto portavoz del grupo islamista Boko Haram había reivindicado estos atentados, afirmando que era una respuesta a la negativa de las autoridades a liberar a sus miembros encarcelados.
Muchos ataques de este tipo en el norte de Nigeria han sido atribuidos a Boko Haram.
Se escucharon unas 20 explosiones en Kano mientras un kamikaze atacaba a una comisaría. El coche bomba estalló frente a la comisaría después de que el atacante huyó y la policía lo mató a balazos, según fuentes policiales.
Varias comisarías más fueron atacadas, incluyendo un edificio de los servicios secretos, así como las oficinas de inmigración.
Se escucharon disparos en varias zonas. Un periodista de la televisión local se encontraba entre los que murieron bajo los disparos cuando cubría los actos de violencia. Se cree que al menos 11 oficiales de policía están entre los muertos.
Una fuente policial indicó por la mañana que "el número de muertos asciende a decenas", pero no pudo dar una cifra precisa.
El sábado comenzaban a obtenerse detalles de los atentados, en los cuales aparentemente participaron por lo menos dos atacantes suicidas.
Estos ataques, después de que Kano había escapado hasta ahora a la ola de violencia atribuida a Boko Haram en los últimos meses, hicieron que los habitantes escapasen de sus hogares por temor al futuro.
El presidente Goodluck Jonathan declaró el estado de emergencia el 31 de diciembre pasado en sectores de cuatro estados donde se registraron ataques que fueron adjudicados a Boko Haram.
Kano no estaba incluida en el estado de emergencia y no había sido afectada por ninguno de los últimos ataques importantes, que en su mayoría tuvieron lugar en el noreste del país.
Nigeria, el país más poblado de África (unos 167 millones de habitantes) y su mayor productor de petróleo, está dividida entre el norte, mayoritariamente musulmán, y el sur, predominantemente cristiano.
Por otra parte, dos explosiones sacudieron a la ciudad de Yenagoa, en el estado natal del presidente Jonathan, pero no se han señalado víctimas, anunciaron la oficina del gobernador y una fuente militar el sábado.
Las explosiones tuvieron lugar después de los ataques en Kano, pero el gobernador afirmó que las explosiones de Yenagoa estaban vinculadas a las próximas elecciones para la gobernación.
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