Internacional
Ataque a hospital de Afganistán no es un crimen de guerra, afirma EU
''Fue consecuencia de una combinación de errores humanos y técnicos'', señala el general Joseph L. Votel
Médicos Sin Fronteras" (MSF) en Afganistán en octubre de 2015 no es un crimen de guerra porque "no fue deliberado", y confirmó las sanciones leves a 16 militares, al presentar la investigación oficial del ataque que dejó 42 muertos.
"El ataque no fue deliberado (...). Fue consecuencia de una combinación de errores humanos y técnicos", señaló el general Joseph L. Votel, que dirige el Comando Central a cargo de las operaciones en Oriente Medio, en una rueda de prensa.
Votel reconoció que el hospital estaba en la lista de objetivos "a no bombardear", pero indicó que la tripulación "no tuvo acceso" a esa información durante el ataque "en una situación de combate extremadamente intensa" contra los talibanes.
De acuerdo al informe, la tripulación del avión con armamento pesado AC-130 confundió el hospital de MSF al que estaban disparando con una posición de talibanes que se encontraba a 400 metros.
Votel confirmó las sanciones leves a 16 militares, entre los que figuran un general de dos estrellas, la tripulación del avión que participó en la operación, y fuerzas especiales del Ejército de Tierra de EU.
Uno de los oficiales ha sido suspendido de su puesto de mando y retirado de Afganistán, mientras que el resto ha recibido sanciones menores, como cartas de reprimenda y vuelta a cursos de entrenamiento.
Médicos sin Fronteras ha calificado el ataque como "brutal" y ha exigido una investigación independiente, algo a lo que EU se ha negado.
La investigación se centró en los motivos por los que el avión AC-130 realizó diversos ataques aéreos sobre el hospital, pese a los llamados de la ONG a funcionarios estadounidenses en Kabul y Washington para que detuvieran el bombardeo.
Votel indicó que se tardaron "unos momentos" en que estas llamadas pasaran los diferentes filtros de la cadena de mando hasta que llegaran a los oficiales encargados de la operación y pudieran comunicar el error a los militares sobre el terreno para que detuvieran el fuego.
La operación duró cerca de 30 minutos y dejó 24 pacientes, 14 miembros de la organización y cuatro vigilantes muertos en un hospital en Kunduz, en el norte de Afganistán.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (29/ABR/2016).- El Pentágono afirmó que el bombardeo a un hospital de "
"El ataque no fue deliberado (...). Fue consecuencia de una combinación de errores humanos y técnicos", señaló el general Joseph L. Votel, que dirige el Comando Central a cargo de las operaciones en Oriente Medio, en una rueda de prensa.
Votel reconoció que el hospital estaba en la lista de objetivos "a no bombardear", pero indicó que la tripulación "no tuvo acceso" a esa información durante el ataque "en una situación de combate extremadamente intensa" contra los talibanes.
De acuerdo al informe, la tripulación del avión con armamento pesado AC-130 confundió el hospital de MSF al que estaban disparando con una posición de talibanes que se encontraba a 400 metros.
Votel confirmó las sanciones leves a 16 militares, entre los que figuran un general de dos estrellas, la tripulación del avión que participó en la operación, y fuerzas especiales del Ejército de Tierra de EU.
Uno de los oficiales ha sido suspendido de su puesto de mando y retirado de Afganistán, mientras que el resto ha recibido sanciones menores, como cartas de reprimenda y vuelta a cursos de entrenamiento.
Médicos sin Fronteras ha calificado el ataque como "brutal" y ha exigido una investigación independiente, algo a lo que EU se ha negado.
La investigación se centró en los motivos por los que el avión AC-130 realizó diversos ataques aéreos sobre el hospital, pese a los llamados de la ONG a funcionarios estadounidenses en Kabul y Washington para que detuvieran el bombardeo.
Votel indicó que se tardaron "unos momentos" en que estas llamadas pasaran los diferentes filtros de la cadena de mando hasta que llegaran a los oficiales encargados de la operación y pudieran comunicar el error a los militares sobre el terreno para que detuvieran el fuego.
La operación duró cerca de 30 minutos y dejó 24 pacientes, 14 miembros de la organización y cuatro vigilantes muertos en un hospital en Kunduz, en el norte de Afganistán.
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