Internacional
Asesor político de Obama confía en que el Congreso aprobará reforma de salud
Los demócratas necesitarán al menos 216 votos, de un total de 435, para aprobar esa reforma
reforma del sistema de salud pese a la oposición republicana.
En un programa, Axelrod afirmó que, pese a las trabas en las negociaciones actuales, surgirá una "coalición" que dará el empujón decisivo a la reforma del sistema de salud.
Axelrod acudió al programa de televisión mientras los demócratas entraron en la recta final de un plan de reforma que negocian a puerta cerrada y que podría ser sometido a votación en los próximos días.
Según Axelrod, la opinión pública considera que "este es el momento" de actuar para corregir las deficiencias del sistema de salud de EU, donde alrededor de 45 millones de personas carecen de seguro médico.
Axelrod reiteró la postura de la Casa Blanca con respecto a que la reforma de salud, en concreto la versión que aprobó el Senado en diciembre, excluye a los inmigrantes indocumentados de un "intercambio de seguros" aún si pagan el de salud de su propio bolsillo.
El problema de la inmigración ilegal "es otro asunto complicado" y la reforma de salud "no es el vehículo" para resolverlo, explicó, al insistir en que esa iniciativa "beneficiará a los inmigrantes legales".
Agregó que, una vez aprobada, la reforma de salud reducirá los costos, prohibirá que las aseguradoras nieguen cobertura médica a personas con condiciones médicas preexistentes, ampliará la cobertura para los jubilados y ancianos que dependen del programa de "Medicare" y otorgará créditos tributarios para la pequeña empresa.
En el mismo programa, el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, reiteró que su partido continuará oponiéndose a un plan que, a su juicio, supone una costosa injerencia del Gobierno y aumentará los impuestos.
Agregó que, pese a la retórica de la Casa Blanca, "este proyecto de ley no está ni cerca de un término medio" que incentive el apoyo bipartidista y los demócratas "no tienen los votos" para su aprobación.
"Haré todo lo posible para impedir que este proyecto se convierta en ley... los republicanos haremos todo lo posible para que sea difícil, sino imposible, que se apruebe", prometió Boehner.
Según la negociación actual, la Cámara de Representantes tendrá que aprobar la versión de la reforma de salud que asintió el Senado en diciembre pasado.
Pero en la cámara baja, los demócratas necesitarán al menos 216 votos, de un total de 435, para aprobar esa reforma, una aritmética que por ahora no está garantizada porque algunos demócratas, en particular de distritos conservadores, se oponen al plan.
Posteriormente, ambas cámaras del Congreso tendrán que aprobar un segundo proyecto de ley con enmiendas relacionadas estrictamente a asuntos económicos, mediante un proceso de "reconciliación" reservado normalmente para legislaciones presupuestarias.
Ese complejo proceso parlamentario requiere únicamente el "sí" de 51 senadores, en lugar de los 60 necesarios para evitar bloqueos de la oposición.
Mientras tanto, el presidente de EU, Barack Obama, prevé continuar esta semana su campaña para persuadir tanto a la opinión pública como a los legisladores indecisos de la necesidad de aprobar la reforma, que es su máxima prioridad legislativa. Mañana llevará ese mensaje a Ohio.
WASHINGTON, EU.- El principal asesor político de la Casa Blanca, David Axelrod, expresó confianza hoy en que el Congreso de Estados Unidos aprobará la
En un programa, Axelrod afirmó que, pese a las trabas en las negociaciones actuales, surgirá una "coalición" que dará el empujón decisivo a la reforma del sistema de salud.
Axelrod acudió al programa de televisión mientras los demócratas entraron en la recta final de un plan de reforma que negocian a puerta cerrada y que podría ser sometido a votación en los próximos días.
Según Axelrod, la opinión pública considera que "este es el momento" de actuar para corregir las deficiencias del sistema de salud de EU, donde alrededor de 45 millones de personas carecen de seguro médico.
Axelrod reiteró la postura de la Casa Blanca con respecto a que la reforma de salud, en concreto la versión que aprobó el Senado en diciembre, excluye a los inmigrantes indocumentados de un "intercambio de seguros" aún si pagan el de salud de su propio bolsillo.
El problema de la inmigración ilegal "es otro asunto complicado" y la reforma de salud "no es el vehículo" para resolverlo, explicó, al insistir en que esa iniciativa "beneficiará a los inmigrantes legales".
Agregó que, una vez aprobada, la reforma de salud reducirá los costos, prohibirá que las aseguradoras nieguen cobertura médica a personas con condiciones médicas preexistentes, ampliará la cobertura para los jubilados y ancianos que dependen del programa de "Medicare" y otorgará créditos tributarios para la pequeña empresa.
En el mismo programa, el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, reiteró que su partido continuará oponiéndose a un plan que, a su juicio, supone una costosa injerencia del Gobierno y aumentará los impuestos.
Agregó que, pese a la retórica de la Casa Blanca, "este proyecto de ley no está ni cerca de un término medio" que incentive el apoyo bipartidista y los demócratas "no tienen los votos" para su aprobación.
"Haré todo lo posible para impedir que este proyecto se convierta en ley... los republicanos haremos todo lo posible para que sea difícil, sino imposible, que se apruebe", prometió Boehner.
Según la negociación actual, la Cámara de Representantes tendrá que aprobar la versión de la reforma de salud que asintió el Senado en diciembre pasado.
Pero en la cámara baja, los demócratas necesitarán al menos 216 votos, de un total de 435, para aprobar esa reforma, una aritmética que por ahora no está garantizada porque algunos demócratas, en particular de distritos conservadores, se oponen al plan.
Posteriormente, ambas cámaras del Congreso tendrán que aprobar un segundo proyecto de ley con enmiendas relacionadas estrictamente a asuntos económicos, mediante un proceso de "reconciliación" reservado normalmente para legislaciones presupuestarias.
Ese complejo proceso parlamentario requiere únicamente el "sí" de 51 senadores, en lugar de los 60 necesarios para evitar bloqueos de la oposición.
Mientras tanto, el presidente de EU, Barack Obama, prevé continuar esta semana su campaña para persuadir tanto a la opinión pública como a los legisladores indecisos de la necesidad de aprobar la reforma, que es su máxima prioridad legislativa. Mañana llevará ese mensaje a Ohio.
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