Internacional
Ancianos de asilo en Haití se quedan sin alimento
El personal de un asilo que se derrumbó en el terremoto de Haití entregó el domingo lo último que quedaba de alimento a sus ancianos
PUERTO PRINCIPE, HAITÍ.- El personal de un asilo que se derrumbó en el
terremoto de Haití entregó el domingo lo último que quedaba de alimento a sus ancianos, y los responsables dijeron que no sabían cómo o cuándo podrían obtener la próxima ración.
“Se acabó la comida'', dijo la cocinera Jeannine Laurore al tiempo que colocaba lo último de una papilla de maíz en el plato metálico de uno de los adultos mayores.
El terremoto del 12 de enero que devastó la capital haitiana también detuvo las donaciones que la comunidad hacía al asilo. La asistencia médica ha llegado a cuentagotas desde que The Associated Press reportó por primera vez el sufrimiento de decenas de ancianos el 17 de enero, pero todavía siguen a la espera de que grupos humanitarios cumplan sus promesas de ayuda en alimento.
“Falta organización'', dijo Jean Schubert, un guardia de seguridad voluntario que trajo unas galletas de su casa para ayudar a alimentar a los viejos el sábado por la noche.
Algunas personas y el director del asilo han traído algo de comida, pero los adultos mayores, que duermen en las calles envueltos en sábanas manchadas de orina, dicen que han pasado hambre desde el terremoto.
“Estoy comiendo, pero no es suficiente'', dijo Moise Jean, un anciano sin dientes que andaba sin camisa. “Yo tomo lo que llega porque no tengo nada''.
Algunas cosas han mejorado. La Cruz Roja Haitiana les trae agua para beber, y un contingente internacional de médicos financiado por el gobierno venezolano revisa su estado de salud.
Said López, uno de los doctores venezolanos, dijo que ninguno enfrenta una emergencia médica pero que muchos necesitarán apoyo psicológico.
“Muchos de ellos tienen problemas mentales'', afirmó López. “Están traumatizados por el terremoto''.
“Se acabó la comida'', dijo la cocinera Jeannine Laurore al tiempo que colocaba lo último de una papilla de maíz en el plato metálico de uno de los adultos mayores.
El terremoto del 12 de enero que devastó la capital haitiana también detuvo las donaciones que la comunidad hacía al asilo. La asistencia médica ha llegado a cuentagotas desde que The Associated Press reportó por primera vez el sufrimiento de decenas de ancianos el 17 de enero, pero todavía siguen a la espera de que grupos humanitarios cumplan sus promesas de ayuda en alimento.
“Falta organización'', dijo Jean Schubert, un guardia de seguridad voluntario que trajo unas galletas de su casa para ayudar a alimentar a los viejos el sábado por la noche.
Algunas personas y el director del asilo han traído algo de comida, pero los adultos mayores, que duermen en las calles envueltos en sábanas manchadas de orina, dicen que han pasado hambre desde el terremoto.
“Estoy comiendo, pero no es suficiente'', dijo Moise Jean, un anciano sin dientes que andaba sin camisa. “Yo tomo lo que llega porque no tengo nada''.
Algunas cosas han mejorado. La Cruz Roja Haitiana les trae agua para beber, y un contingente internacional de médicos financiado por el gobierno venezolano revisa su estado de salud.
Said López, uno de los doctores venezolanos, dijo que ninguno enfrenta una emergencia médica pero que muchos necesitarán apoyo psicológico.
“Muchos de ellos tienen problemas mentales'', afirmó López. “Están traumatizados por el terremoto''.