Internacional
Alemania deportará ocho mil gitanos a Kosovo
Kosovo se comprometió mediante un tratado acordado en abril, a recibir dos mil 500 refugiados al año
BERLÍN, ALEMANIA (22/SEP/2010) .- Unos ocho mil 500 gitanos serán deportados de Alemania a Kosovo en los próximos cuatro años, en base a un acuerdo entre Prístina y Berlín que entró en vigencia el primero de septiembre pasado y contempla la repatriación de 13 mil personas en total.
El tratado, aprobado en abril, establece que Kosovo aceptó recibir a los refugiados de la guerra de 1999, aunque con el límite de dos mil 500 al año.
Durante 2010 Alemania deportó 364 kosovares, 102 de ellos de etnia gitana, y en el 2009 expulsó a 541 personas, 76 de ellos gitanos.
El ministro del Interior de la ciudad-estado de Berlín, Ehrhart Körting, advirtió del peligro que supone este tratado para la seguridad de los deportados y pidió que se estudiará cada expulsión.
Además, el mandatario berlinés aseguró que "la mayoría de estos refugiados trabajan ahora aquí y sus hijos se han socializado".
En este sentido, el director de Amnistía Internacional, Nicolas Beger, denunció que "Kosovo es un sitio peligroso para los gitanos, ya que allí serán discriminados".
La eurodiputada alemana Cornelia Ernst destacó por su parte que "Kosovo no es capaz de asegurar la integración social de los gitanos, por lo que la Unión Europea (UE) debería ayudar en esta tarea".
Hace una semana se desató una polémica entre París y Berlín por las declaraciones del presidente galo Nicolás Sarkozy, quien reveló que la canciller federal Angela Merkel también pondría en marcha un proceso para desmantelar los campamentos gitanos.
El gobierno alemán reaccionó inmediatamente con tres desmentidos en menos de 24 horas: "no pretendemos disolver los campamentos porque de hecho ni siquiera existen", aseguró el portavoz de la canciller.
El mandatario francés no precisó los planes del gobierno alemán ni reveló su conversación exacta con Merkel, por lo que la prensa gala calificó a su presidente de "embustero".
Durante todo septiembre Sarkozy recibió fuertes críticas internacionales por aprobar la expulsión de unos mil gitanos procedentes de Rumanía (país de la UE), a los que entregó 300 euros (386 dólares) por adulto y 100 euros (129 dólares) por niño como bolsa de viaje.
Dicha medida provocó incluso que la comisaria de Justicia de la Comisión Europea, Viviane Reding, comparase la decisión de Sarkozy con las deportaciones nazis.
"Es perfectamente legítimo que la Comisión Europea verifique la legalidad de las deportaciones, aunque la Comisión debe evitar juicios de valor apresurados", reconoció.
Al menos 70 mil ciudadanos alemanes son de etnia gitana, aunque los problemas de integración suelen venir de los miles de refugiados que llegaron del Este durante los últimos 15 años.
El tratado, aprobado en abril, establece que Kosovo aceptó recibir a los refugiados de la guerra de 1999, aunque con el límite de dos mil 500 al año.
Durante 2010 Alemania deportó 364 kosovares, 102 de ellos de etnia gitana, y en el 2009 expulsó a 541 personas, 76 de ellos gitanos.
El ministro del Interior de la ciudad-estado de Berlín, Ehrhart Körting, advirtió del peligro que supone este tratado para la seguridad de los deportados y pidió que se estudiará cada expulsión.
Además, el mandatario berlinés aseguró que "la mayoría de estos refugiados trabajan ahora aquí y sus hijos se han socializado".
En este sentido, el director de Amnistía Internacional, Nicolas Beger, denunció que "Kosovo es un sitio peligroso para los gitanos, ya que allí serán discriminados".
La eurodiputada alemana Cornelia Ernst destacó por su parte que "Kosovo no es capaz de asegurar la integración social de los gitanos, por lo que la Unión Europea (UE) debería ayudar en esta tarea".
Hace una semana se desató una polémica entre París y Berlín por las declaraciones del presidente galo Nicolás Sarkozy, quien reveló que la canciller federal Angela Merkel también pondría en marcha un proceso para desmantelar los campamentos gitanos.
El gobierno alemán reaccionó inmediatamente con tres desmentidos en menos de 24 horas: "no pretendemos disolver los campamentos porque de hecho ni siquiera existen", aseguró el portavoz de la canciller.
El mandatario francés no precisó los planes del gobierno alemán ni reveló su conversación exacta con Merkel, por lo que la prensa gala calificó a su presidente de "embustero".
Durante todo septiembre Sarkozy recibió fuertes críticas internacionales por aprobar la expulsión de unos mil gitanos procedentes de Rumanía (país de la UE), a los que entregó 300 euros (386 dólares) por adulto y 100 euros (129 dólares) por niño como bolsa de viaje.
Dicha medida provocó incluso que la comisaria de Justicia de la Comisión Europea, Viviane Reding, comparase la decisión de Sarkozy con las deportaciones nazis.
"Es perfectamente legítimo que la Comisión Europea verifique la legalidad de las deportaciones, aunque la Comisión debe evitar juicios de valor apresurados", reconoció.
Al menos 70 mil ciudadanos alemanes son de etnia gitana, aunque los problemas de integración suelen venir de los miles de refugiados que llegaron del Este durante los últimos 15 años.
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