Internacional
Al menos 51 muertos y 75 heridos en un atentado en Bagdad
La explosión del vehículo se escuchó en cinco kilómetros a la redonda y se produjo en momentos en que el ejército estadounidense y el gobierno iraquí se congratulan por la mejoría alcanzada en la seguridad del país
La explosión del vehículo se escuchó en cinco kilómetros a la redonda y se produjo en momentos en que el ejército estadounidense y el gobierno iraquí se congratulan por la mejoría alcanzada en la seguridad del país.
El coche bomba estalló en torno a las 17H30 locales (14H30 GMT) a una hora de gran afluencia, cerca de una parada de autobús en el barrio chiita de Al-Huriya y a proximidad de un mercado muy concurrido a esa hora del día, según fuentes policiales y del ministerio de Defensa.
Los heridos fueron llevados a unos diez hospitales de la capital iraquí.
Unos diez autobuses y un edificio de tres pisos se incendiaron por causa de la explosión y varias casas fueron seriamente dañadas.
Este ataque es el más mortífero en Irak desde el doble atentado que el primero de mayo causó 35 muertos en Baquba, a 60 km al norte de Bagdad, en la provincia sunita de Diyala.
En Bagdad un atentado había causado la muerte de 68 personas el 7 de marzo, pero la acción más mortífera en 2008 se produjo el primero de febrero cuando dos mujeres kamikazes mataron a 98 personas al hacer estallar sus bombas en un mercado de animales en la capital.
A pesar de esos atentados Bagdad se mantuvo en una calma relativa en los últimos meses, lo que el ejército estadounidense atribuye a su estrategia de despliegue de más tropas en febrero de 2007.
El martes por la mañana, la explosión de una motocicleta bomba en el barrio de Al-Sulej, algo más al sur, costó la vida a cuatro milicianos implicados en la lucha contra Al Qaida, según una fuente policial. Hirió además a otros tantos milicianos y a dos civiles, agregó.
La bomba de fabricación casera, oculta en una motocicleta, estalló en un puesto de control dirigido por un grupo de milicianos de los "Hijos de Irak", apoyados por el gobierno iraquí y armados por los estadounidenses para combatir la célula iraquí de Al Qaida.
Estos milicianos son blanco habitual de esa organización desde que en 2006 se pusieron de parte del gobierno iraquí y prestaron ayuda al ejército estadounidense.
Los soldados norteamericanos e iraquíes están desplegados en gran número desde el sábado en Amara, una gran ciudad del sur del país, para una operación dirigida en particular contra el ejército del Madi del líder radical chiita Moqtada Sadr.
El primer ministro Nuri al-Maliki dio hasta el miércoles por la tarde a los milicianos chiitas para deponer las armas antes de una intervención del ejército.
Situada a 365 km al sur de la capital y cercana a la frontera iraní, Amara albergaría a milicianos que huyeron de Basora (sur) y de Ciudad Sadr, el bastión de Moqtada Sadr en Bagdad, escenario en los últimos meses de sangrientos combates con el ejército iraquí.
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