Internacional

Ahmadineyad acusa a Estados Unidos de doble moral en la lucha antiterrorista

Insiste en que Washington y Londres apoyan a líderes extremistas en el país

TEHERÁN, IRÁN.- El presidente iraní, Mahmud Ahmadienyad, acusó hoy a Estados Unidos de emplear una "doble moral" en su lucha contra el terrorismo.

En un discurso pronunciado en el sur del país, el mandatario se congratuló del arresto el martes en Irán de Abdul Malik Riggi, líder del grupo extremista suní "Yundulah" que se ha atribuido los últimos cruentos atentados en territorio iraní.

Ahmadineyad acusó a Estados Unidos y el Reino Unido de apoyar a Rigi al mismo tiempo que declaran la guerra contra el terrorismo a escala mundial.

"¿Por qué emitieron un pasaporte para Riggi si en verdad lo que quieren es atrapar terroristas?", se preguntó el presidente, citado por la prensa local.

El líder de Yundulah fue arrestado por fuerzas especiales cuando viajaba desde Dubai a Kirguizistán en un avión que fue obligado a aterrizar por cazabombarderos de la República Islámica cuando entró en el espacio aéreo iraní.

El ministro de Inteligencia iraní, Heidar Moslehi, mostró una fotografía que según su relato fue tomada 24 horas antes cuando Rigi salía de una base norteamericana en Afganistán.

Moslehi aseguró que existen "muchas más pruebas" que relacionan al extremista suní con Estados Unidos y el Reino Unido y que serán revelas en los próximos días.

Ibrahim Hamidi, uno de los responsables del Poder Judicial en la región meridional de Fars, afirmó hoy, por su parte, que el presunto terrorista será juzgado en breve.

Yundulah asumió la autoría del atentado suicida que le pasado 18 de octubre segó la vida de 42 personas, entre ellos dos altos mandos y quince oficiales de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite de las Fuerzas de Seguridad iraníes.

El ataque, perpetrado en la frontera con Pakistán y Afganistán, ha sido el peor sufrido hasta la fecha por irán en los últimos quince años.

En mayo, Yundulah también asumió la responsabilidad de un atentado suicida que segó la vida de 25 personas en la mezquita Amir el Mohini de la localidad de Zahedan, una de las dos capitales de la conflictiva provincia fronteriza de Sistán Baluchistán.

Apenas 72 horas después, la Justicia iraní ejecutó a tres personas a las que acusó de planificar el ataque.

Sistán Baluchistán, situada a unos mil 500 kilómetros al sureste de Teherán, es escenario desde hace años de enfrentamientos entre fuerzas de seguridad iraníes y bandas que se dedican al tráfico de armas y drogas procedentes de Afganistán, primer país productor de opiáceos del mundo.

Para tratar de controlar la situación, el régimen iraní decidió el pasado mes de marzo encomendar la tarea a la Guardia Revolucionaria.
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