Internacional
Agro argentino reanuda protestas
Los productores denuncian cambios en las políticas para los sectores de la carne y la leche y menores retenciones a los productores a baja escala
``Vamos a llevar adelante acciones sobre el Congreso y si no hay soluciones para nuestros reclamos, declarar antes de fin de agosto la vuelta de la protesta global. Esto sería un paro agropecuario o la no comercialización de granos'', dijo a periodistas Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), que representa a pequeños y medianos productores.
Buzzi participó junto a cientos de productores de un ``tractorazo'', con tractores estacionados a la vera de la ruta en la localidad de Villa Constitución en la provincia de Santa Fe, 255 kilómetros al norte de Buenos Aires. Una protesta similar se registró en la ciudad de Gualeguaychú en Entre Ríos, 240 kilómetros al noreste de esta capital.
El 17 de julio el Senado rechazó un proyecto de ley del Ejecutivo que buscaba ratificar un esquema móvil de retenciones (gravámenes) dispuesto por el gobierno en marzo que ataba la tasa del impuesto a la cotización de los granos en el mercado internacional y que para el caso de la soja, de la que Argentina es tercer productor mundial, implicaba un aumento de más del 10%.
Desde el anuncio de las nuevas retenciones el agro, uno de los sectores económicos más poderosos de Argentina, realizó cuatro huelgas y cientos de bloqueos de carreteras que causaron desabastecimiento de alimentos. A su reclamo se sumaron varias protestas urbanas y ``cacerolazos'' en rechazo al gobierno.
Pero Buzzi indicó que con la votación del Senado ``este problema agropecuario no se resolvió, lo que se hizo fue despejar un obstáculo''.
``El tractorazo es decir basta, es hora de que las autoridades muestren medidas que empiecen a resolver los problemas del sector'', agregó.
Los productores reclaman cambios en las políticas para los sectores de la carne y la leche y menores retenciones para los productores a baja escala.
El prolongado conflicto con el campo, que se extendió por más de cuatro meses, desató la primera crisis para el gobierno de Cristina Fernández, que asumió en diciembre, y provocó un fuerte descenso en su popularidad, que según los últimos sondeos se ubica en torno del 20%.
También dejó en evidencia la crisis en el seno del gobierno, ya que fue el vicepresidente de la Nación julio Cobos, quien en su condición de titular del Senado, desempató con su voto en contra la votación sobre las nuevas retenciones.
Y mostró las primeras fisuras en el Partido Justicialista (peronista) --liderado por el ex presidente Néstor Kirchner, esposo de la mandataria-- y el Frente para la Victoria, una concertación de partidos impulsada por el matrimonio. Varios de sus congresistas también votaron contra el proyecto oficial.
Síguenos en