Internacional
África Occidental refuerza seguridad ante amenaza yihadista
Luego del sangriento atentado contra un hotel en Burkina Faso el pasado 15 de enero
África Occidental, tangible desde el sangriento atentado contra un hotel en Burkina Faso, ha llevado a los países de la región a reforzar las medidas de seguridad y a recomendar máxima prudencia a los occidentales.
La policía senegalesa anunció el lunes que durante el fin de semana realizó operaciones especiales "en un contexto de prevención y de respuesta a las amenazas terroristas", en las cuales 900 personas fueron detenidas.
"Se tomó en serio el alerta", dijo una fuente de seguridad senegalesa, que dijo que incluso se estaban realizado simulacros de ataques, especialmente en torno a Dakar.
Desde el atentado del 15 de enero en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, un doble ataque contra un hotel y un restaurante, que dejó 30 muertos, la mayoría de ellos extranjeros, la seguridad en los hoteles de Senegal fue reforzada.
En noviembre se registró el primer signo de alerta cuando una decena de personas, varios de ellos imanes islámicos, fueron detenidos acusados de tener afinidades con el grupo Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).
El funcionario dijo que fueron acusados de "apología del terrorismo".
"Senegal sigue siendo un islote de estabilidad en un océano de inestabilidad". destacó Bakary Sambe, investigador sobre radicalización religiosa de la Universidad Gaston Berger de Saint-Louis, en el norte del país, en referencia a Mali y al grupo Boko Haram, que actúa en la cuenca del lago Chad, en el centro del continente.
"Se está convirtiendo cada vez más en una zona de repliegue estratégico de las organizaciones occidentales", como ocurrió después de que estallara la guerra civil en Costa de Marfil en la década de 2000.
Para Sambe, el país está expuesto, y "es un blanco simbólico, ya que, ya que al golpear Senegal, se golpea muchos intereses".
Mohamed Fall Oumère, especialista en seguridad del Sahel y director del diario mauritano, La Tribune, dijo que espera que haya proyectos para atentar "en países como Costa de Márfil, Senegal y Mauritania.
Para el experto, atacando este país "los terroristas" intentan enviar tres mensajes: uno a los franceses, para recordarles las consecuencias de su intervención en Mali desde 2013, otro a los países aliados de París y un tercer recado para los yihadistas de Estado Islámico (EI).
UAGADUGÚ, BURKINA FASO (26/ENE/2016).- La amenaza yihadista en
La policía senegalesa anunció el lunes que durante el fin de semana realizó operaciones especiales "en un contexto de prevención y de respuesta a las amenazas terroristas", en las cuales 900 personas fueron detenidas.
"Se tomó en serio el alerta", dijo una fuente de seguridad senegalesa, que dijo que incluso se estaban realizado simulacros de ataques, especialmente en torno a Dakar.
Desde el atentado del 15 de enero en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, un doble ataque contra un hotel y un restaurante, que dejó 30 muertos, la mayoría de ellos extranjeros, la seguridad en los hoteles de Senegal fue reforzada.
En noviembre se registró el primer signo de alerta cuando una decena de personas, varios de ellos imanes islámicos, fueron detenidos acusados de tener afinidades con el grupo Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI).
El funcionario dijo que fueron acusados de "apología del terrorismo".
"Senegal sigue siendo un islote de estabilidad en un océano de inestabilidad". destacó Bakary Sambe, investigador sobre radicalización religiosa de la Universidad Gaston Berger de Saint-Louis, en el norte del país, en referencia a Mali y al grupo Boko Haram, que actúa en la cuenca del lago Chad, en el centro del continente.
"Se está convirtiendo cada vez más en una zona de repliegue estratégico de las organizaciones occidentales", como ocurrió después de que estallara la guerra civil en Costa de Marfil en la década de 2000.
Para Sambe, el país está expuesto, y "es un blanco simbólico, ya que, ya que al golpear Senegal, se golpea muchos intereses".
Mohamed Fall Oumère, especialista en seguridad del Sahel y director del diario mauritano, La Tribune, dijo que espera que haya proyectos para atentar "en países como Costa de Márfil, Senegal y Mauritania.
Para el experto, atacando este país "los terroristas" intentan enviar tres mensajes: uno a los franceses, para recordarles las consecuencias de su intervención en Mali desde 2013, otro a los países aliados de París y un tercer recado para los yihadistas de Estado Islámico (EI).
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