Internacional

Acusadora ofrece versión sobre encuentro con Strauss-Kahn

Los testimonios de Nafissatou Diallo parecen constituir un esfuerzo por convencer al procurador de NY para que presente cargos contra DSK pese a que expresó dudas sobre la credibilidad del caso

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (25/JUL/2011).-  La mucama del hotel Sofitel, presunta víctima de un ataque sexual por parte del ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ofreció en entrevistas su versión sobre el encuentro que es materia de litigio.  

En testimonios al canal ABC y a la revista Newsweek, Nafissatou Diallo, inmigrante de Guinea de 32 años de edad, añadió algunos nuevos detalles a lo sucedido en mayo pasado durante el supuesto ataque.  

Diallo expresó por ejemplo que se disculpó e intentó dejar la habitación de Strauss-Kahn apenas se dio cuenta de que había alguien ahí, pero que él se lo impidió, comenzó a acariciarle los senos y le dijo: 'Eres muy hermosa', mientras aumentaba su acoso.  

En el primer recuento ofrecido en el hospital, sin embargo, Diallo había dicho que el diplomático francés no había proferido palabra. Los testimonios de Diallo parecen constituir un esfuerzo por convencer al procurador de distrito de Nueva York, Cyrus Vance, para que presente cargos en contra de Strauss-Kahn pese a que previamente hubiera expresado dudas sobre la credibilidad del caso.  

'Quiero que vaya a la cárcel. Quiero que sepa que en algunos lugares no te sirve el poder, ni el dinero', afirmó Diallo en la entrevista publicada la víspera por la revista Newsweek. La entrevista con ABC, mientras tanto, será transmitida este lunes y mañana martes.  

La publicación expresó que el recuento ofrecido por la inmigrante guineana sobre el encuentro con Strauss-Kahn fue 'vívido y convincente', aunque aclaró que la mujer ofreció 'vagas respuestas' sobre su pasado y que a veces sus lágrimas parecían forzadas.  

En los próximos días, el procurador deberá presentar cargos contra Strauss-Kahn o rechazar el caso, lo que supondría que no hay evidencias de que el encuentro sexual hubiera sido forzado, sino consentido, tal como ha mantenido la defensa del diplomático francés. 
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