Ideas

Un hecho memorable

Se cumplieron tres décadas y mañana será 31 años de un registro luctuoso plagado de pesares en la Ciudad de México. Más allá de cuanto se pueda reprochar a población alguna y sus autoridades en el diario acontecer, sobresale el sentimiento de la solidaridad en una entrega sin límites ni distinción de clases sociales. Tal fue el registro de aquel 19 de septiembre de 1985.

El mundo fue testigo de la tragedia y el comportamiento de la gente buscando entre los escombros a los seres dueños de su afecto. Ahí no fecundó el protagonismo y mucho menos la ambición política;  un testimonio fue dado por el cantante español Plácido Domingo, que aportó con sinceridad su esfuerzo al lado de la población alentada por el puro sentimiento de unidad en el dolor.

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El terremoto de 1985 es una lección trágica, pero también herencia de comportamiento sin morbo; aportación de inteligente sensibilidad en gente para la que hubo la sola recompensa del cumplimiento a un deber auténtico de profundo humanitarismo. >

Los valores expuestos alcanzan profundidad en la responsabilidad por cumplir en el comportamiento digno, sin protocolos y menos aún sanciones reprobables a las que se inclina la comunidad pobladora de otras áreas metropolitanas como Guadalajara, para la que habido durante mes pasados, lo que muy bien puede apreciarse como advertencia enfática de peligros latentes producidas por el Volcán de Colima y la llamada Falla de San Andrés.

Acción antes que reacción, se impone como responsable actitud en el comportamiento diario influenciado por la identidad conducentes a la dignidad como ejercicios impulsores de civismo y cultura integral, motivadores de orgullo y final satisfacción del trato diario al patrimonio de nuestra Ciudad, Región y Patria cuyos valores y fortaleza se cimentan en el registro histórico a que invita precisamente el mes de Septiembre que conjuga tradiciones, diseño político y cultura, pero también modernidad de pensamiento y compromiso con la unificación de la verdad en un futuro emprendedor y persuasivo en cuanto a forma y fondo de principios registrados por la Historia. >

El desafío contemporáneo establece nuevas fórmulas en el comportamiento humano vinculadas por la comunicación respecto a la ecología penetrante y activa en todos los sectores para su convencimiento en un plano horizontal de seguridad, libertad y honestidad sin restricciones; como quedó manifiesto en las pasadas elecciones de auténtica singularidad. El proceso electoral del 5 junio pasado nos deja la responsabilidad de conservar la tranquilidad y exigir respecto a la decisión de electores y aquellos que aspiren a cargos de elección en el cercado 2018. Septiembre es un símbolo aleccionador para todos los mexicanos y como tal debemos sentirlo con el sentido de la responsabilidad.

Dios nos guarde de la discordia. >

sicpm@informador.com.mx

 

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