Se repiten los vicios
El semillero de boxeadores jaliscienses es inagotable, “se dan en macetas”, dice el periodista Martín de la Paz. Un venero que es históricamente prestigioso, ya a nivel nacional como internacional; un portafolios rico en imágenes, una a una espectaculares, que crecen en valor histórico por sus cualidades, y por el público cautivo, reunión de activos que trasladan al producto del mercado local, a entidades que pagan sueldos importantes, a la meca del boxeo.
Es la receta de la abuelita, tan antigua como certera: montar boxeo periódico en Guadalajara, cada quince días es lo ideal, para proyectar a las decenas, tal vez cientos de boxeadores que hacen fila para debutar profesionalmente, o enriquecer sus registros. Ecuación que en 2007, dio como resultado a los “Canelo” y “Goofy” por ejemplo, trabajo que ya no interesó con profundidad a los arriesgados promotores, tras el cobijo del patrocinio de TV Azteca y Televisa, entre otras importantes marcas de cerveza.
Que se monte boxeo y se transmita por televisión abierta a nivel nacional cada semana, es sensacional. En esas carteleras, que también cambian de sede cada ocho días, los promotores programan la mayor cantidad de peleas posibles, donde debutan a sus representados, donde les dan continuidad a sus boxeadores, y en los que también la calidad parece que no importa. Es más un relleno para cumplir tiempos en la pantalla de televisión abierta que la preocupación por presentar productos bien trabajados.
El negocio así ha caminado desde 2006, año que se transmitió de nuevo el boxeo nacional por televisión abierta, pero así ha caminado con vicios muy parecidos a los que casi lo convierten en cadáver, con el anuncio que hicieron en 1999 los hermanos Cañedo, tras asesorar a Emilio Azcárraga, dueño de Televisa, a quien informaron que el boxeo no tenía rating, que no era negocio, por lo que deciden retirarlo de la programación de esa televisora. Así se acabaron los patrocinios, los promotores, y los gimnasios de México empezaron a lucir semivacíos.
Cinturones que avalan a campeones de quién sabe qué; boxeadores que no son identificados fácilmente por el televidente, un revoltijo que derrumba toda la parafernalia del espectáculo, cuando lo presentan, en Guadalajara por ejemplo, porque el aficionado que paga boleto, que quiere boxeo periódico, no conoce a los actores que publicitan en la papeleta, púgiles que no tienen arraigo, porque apenas de vez en vez los presentan aquí.
Así no funciona, por enésima vez está comprobado, que los ídolos surgen de la química con su público local, el que los impulsa a los altos registros; ahí están los “Chololo”, “Cobrita”, “Azabache”, “Kiko”, “Poema”, “Alacrán”, Becerra, Zurita…
Mañana “Pilón” Lara se presenta aquí
Boxeador que es señalado por expertos para cosas importantes, Jorge “Pilón” Lara, se enfrenta mañana a Jairo Hernández, en el Polideportivo Río de Janeiro de esta ciudad. En otros combates, Ramón “Inocente” Alvarez ante Gilberto Flores y Ganigan López enfrenta a Mario Rodríguez... Y por ahí estaré atisbando.