Iguala: más preguntas sin responder
Hay muchos capítulos respecto a lo ocurrido la noche del 26 de septiembre pasado en Iguala que todavía deben ser investigados en profundidad.
En el informe público que ha hecho la Secretaría de la Defensa Nacional sobre el tema hay muchos datos importantes. El informe de María de los Ángeles Pineda, la esposa de José Luis Abarca inició a las 7 de la tarde y concluyó a las 7.45. Ahora sabemos que a esa hora, un autobús, el número 1531, con estudiantes de Ayotzinapa, se estacionó frente al Rancho del cura, en la carretera Chilpancingo-Iguala, a unos tres kilómetros de la ciudad. No realizó actividad alguna y ahí se quedó durante casi dos horas. Otro autobús, el 1568, siguió hasta Iguala y tomó la central de camiones a las 21.20. Secuestraron dos autobuses y destrozaron las ventanas y parabrisas de otro.
A las 21.35 salen con los tres autobuses de la central camionera seguidos ya por policías municipales. Unas calles más adelante, se suscitan los primeros enfrentamientos entre policías municipales y normalistas. Ya hay intercambio de disparos y lanzamiento de piedras. Quince minutos más tarde, el C4 informó al comandante del batallón con sede en Iguala que había intercambio de disparos con una persona herida. El comandante del batallón, intentó comunicarse con las autoridades de seguridad pública. Logró hablar con José Adame Bautista, coordinador operativo de la policía estatal de la zona norte, quien le dijo que ellos no iban a salir hasta que no se lo ordenaran sus superiores. Pasaron otros veinte minutos, hasta que logró hablar con el secretario de seguridad pública municipal, Felipe Flores Velázquez, ahora prófugo, quien informó que no tenía reporte alguno de incidentes, que el personal policial estaba apostado en las entradas de la ciudad y que su personal no había realizado disparos de armas de fuego.
A esa misma hora, a las 22.20 en la carretera Iguala-Chilpancingo, se encontró detenido el autobús 1531, el mismo que se había quedado en el rancho del cura, tenía las llantas ponchadas. Ahora sabemos que el camión 1531 fue rodeado por ocho patrullas y los ocupantes que estaban en su interior fueron bajados utilizando granadas de humo y secuestrados por los policías.
Minutos más tarde, el batallón recibe otra llamada: en el hospital general de Iguala hay heridos. Llega un grupo de militares y encuentra tres heridos de bala: Aldo Gutiérrez Solano, Erick Santiago López y Andrés Daniel Martínez Hernández, que no quieren informar a los militares dónde y cómo fueron heridos. Los militares se retiran. Más tarde el MP les hace la prueba de radizonato de sodio para saber si habían disparado un arma, el estudiantes Martínez Hernández dio positivo.
Eran casi las doce de la noche cuando llegan al batallón ocho integrantes del equipo de futbol de los Avispones quienes dicen haber sido agredidos a 19 kilómetros de la ciudad en la carretera federal a Chilpancingo. Se confirma que hubo un fuego cruzado que provocó la muerte de una mujer en un taxi y de un joven en el autobús.
Pasada la medianoche, en el batallón reciben la información de que en el hospital Cristina, había llegado gente armada que había sacado del lugar a las enfermeras y se encerraron en su interior. Cerca de allí había dos cuerpos en la calle. Cuando pasada la una llegó el personal militar al hospital, encontró a 25 estudiantes y un profesor que estaban encerrados en la parte alta con todas las luces apagadas, uno de ellos herido. Se los instaló en la planta baja y se les permitió utilizar sus celulares. Se pidió una ambulancia y los militares van a ver los cuerpos que se encontraban a unas calles. Regresan al hospital, cuando llegan un médico les informa que los heridos no quisieron esperar y que se fueron a pie, salvo el herido que se fue en un taxi.
>Vuelven los militares al lugar donde estaban los cuerpos y a las 3 de la mañana llega un autobús con estudiantes encabezados por la misma persona que los representó en el hospital Cristina, Pedro David García López, quien ya se había cambiado de ropa, hay videos y fotos que lo demuestran. García López increpa a los oficiales diciendo que habían sido atacados por el gobierno.
El día 28 a las 15 llegan al batallón representantes de ONG’s y 15 familiares pidiendo ayuda para localizar a los jóvenes, que, dicen, habían sido detenidos por la policía municipal. Se les pidió la lista de nombres y fotos para iniciar la búsqueda. Se retiran a las 3.35 de la tarde, nunca regresan ni entregan la información para buscar a sus familiares.
Cuántas preguntas sin respuesta: ¿por qué y para qué se quedó ese camión, el que fue atacado, en ese rancho fuera de la ciudad? ¿Por qué se reporta en por lo menos dos casos fuego cruzado? ¿Por qué uno de los heridos en el hospital da positivo en la prueba de radizonato? ¿Por qué el líder deja el hospital y regresa al lugar de los hechos con otra ropa? ¿Porqué los familiares van al batallón y nunca regresan con las fotos y los nombres de los jóvenes?