Ideas

El resto es Michoacán

Además de los problemas de narco y retención de encuestadores, Michoacán es uno de los estados emblemáticos de la política nacional. Las elecciones michoacanas son, después de las del Estado de México, las más intensas e interesantes a disputarse en 2011. La elección para gobernador el Estado del Tata Vasco y el Tata Lázaro pondrá en la balanza a personajes de la política nacional, pero sobre todo, en esta elección o los muertos reviven o se terminan de morir (hay que recordar que en política los muertos nunca se acaban de morir, y los vivos siempre se están muriendo). El Presidente se está jugando su resto en Michoacán. El hecho de que la candidata sea su hermana María Luisa (a la que todos llaman “la Cocoa” y al parecer nadie se ofende) hace de esta elección una especie de referéndum. Es cierto que no es lo mismo Michoacán que el país y que “la Cocoa” tiene peso específico propio en su Estado, pero no dejará nunca de ser la  candidata-hermana del Presidente (así todo junto y con “tarit de unión”, como le llaman los franceses a ese pequeño guión que une dos palabras para convertirlas en una sola idea). Los hijos de don Luis Calderón Vega, panista de cepa, nacieron y crecieron en Michoacán pero sus estudios profesionales y su carrera los hicieron fuera. “La Cocoa” estudió psicología en el Iteso, de donde salió en 1980 y luego hizo una maestría en la Ibero en México. Pasó por las dos cámaras federales, la de diputados y la de senadores, pero nunca por un puesto en la política local michoacana. Quiéranlo o no, con esa candidata el resultado del PAN en Michoacán estará, para bien y para mal, directamente vinculado a la imagen presidencial. El PRI comenzó a tambalearse en Michoacán desde 1988 con la creación de la Corriente Democrática que encabezaba nada menos que el ex gobernador de ese Estado, Cuauhtémoc Cárdenas. En 1992, negados a reconocer el triunfo del naciente PRD, el PRI tuvo primero que aceptar un interinato en aquel sexenio y sacó apenas la elección de 1996: Después de eso el Estado cambió de color. El único priista destacado de Michoacán es justamente Fausto Vallejo, quien ha sido tres veces alcalde de Morelia: la primera como interino y la otras dos, 2002 y 2007 como electo. Pero el verdadero problema del PRI es que perdió sus bases, que se fueron íntegras con los Cárdenas al PRD y en muchos municipios no es más que el recuerdo. Para el PRD, Michoacán es, después del DF, el bastión más importante en términos políticos. El candidato Silviano Aureoles es un hombre cercano a los Cárdenas y en la elección se juegan parte importante del peso específico que puedan tener en el PRD nacional. En principio, Aureoles debería considerarse el candidato a vencer, pero la debilidad del gobierno de Godoy hace que la moneda esté en el aire. En Michoacán se juega más que una gubernatura: Cuauhtémoc se juega su presencia en el PRD, Peña Nieto su influencia en el Estado vecino y el Presidente prácticamente va a referéndum. Se están jugando el resto.
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