Descuartizando al país
Peculiar forma de echar a andar a la nación, porque cuando a quienes dirigen este país se les atoran las ideas para lograr que el cuerpo entero pueda caminar, prefieren cortarlo en una pedacera arbitraria y ofertarlo, no al mejor postor, sino a quienes, grandes empresas transnacionales, ya esperan el resultado del trabajo legislativo, muy a modo de sus intereses. Curiosa metodología la de proponer que sea el Gobierno, es decir la ciudadanía, quién cargue con los pasivos de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad, para lograr la competitividad…Empobrecimiento del Estado y de la población para iniciar la vida de los pedazos arrancados de la nación.
Porque esto es lo que se mira cuando desde el Legislativo se propone que sea el erario quien cargue con los pasivos de Pemex y de la CFE para liberarlas de lastres y, una vez ‘limpias’, poder abrir sus puertas a la inversión privada.
Que la población pague para que los grandes empresarios puedan tener ganancias. Curiosa, por no decir, trasnochada, forma de rescatar a la Nación…O quizá este no sea el objetivo.
Porque la cantidad a pagar es exorbitante: un billón, ciento treinta mil millones de pesos. Y junto con este anuncio, golpe bajo a la población, la fiesta de Romero Dechamps en un pésimo manejo político y peor expresión del respeto que la ciudadanía merece, claro, si es que esto le preocupara al líder petrolero y a los políticos que con singular alegría quieren meter la mano en el bolsillo de los mexicanos hasta desfondarlos.
Y al analizar lo hecho en las reformas un mal pensado podría inferir dos cosas: que están mal de la cabeza y San Lázaro está resucitando la antigua Castañeda…o que quienes hoy votan a favor de semejantes medidas visualizan su participación como accionistas del jugoso descuartizamiento de los bienes de la nación.
Lo anterior no es ajeno a lo hecho en el pasado, Fernández de Ceballos defendió a una gran empresa en su juicio contra el Gobierno, cuando él era parte del Gobierno…ganancias por ambas partes, intereses encontrados, ética ausente. Otro caso, el del expresidente Zedillo quien hoy es arropado por las empresas extranjeras a quienes favoreció durante su mandato.
Así, la locura y los intereses personales parecen permear el actuar de muchos legisladores que a través de las reformas están desmantelando al país, descuartizando los bienes de la nación para que el ciudadano, primero cargue con los altísimos costos de los rescates de Pemex y de la CFE y luego, en la quimera manipulada tenga la posibilidad de un futuro próspero.
Imposible ecuación, a menos que de magia se trate. Porque la bonanza para la población no se vislumbra en este escenario. Porque la realidad que hoy se está tejiendo no ofrece la posibilidad del enriquecimiento de los mexicanos, sí en cambio, de las grandes empresas transnacionales.
Porque luego de analizar el estado que guarda la nación en la actualidad, con reformas y estancamiento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha bajado la expectativa de crecimiento de México a 2.4 por ciento, para 2014.
Porque el país no puede crecer con las reformas impuestas en la votación legislativa, a menos que el crecimiento y bonanza sea para grandes muy grandes empresas y políticos, muy mezquinos políticos…
Y así, claro, la riqueza que hoy construyen no será para todos, sino para ampliar la desigualdad existente. Porque descuartizar al país para que la nación camine resulta una solución intelectualmente trastocada que no tiene buen futuro.