Ideas

- “Los Arcos”

Difícilmente habrá un tapatío que no haya pasado muchas veces por debajo de los emblemáticos Arcos de la Avenida Vallarta. Muy pocos, en cambio, han estado alguna vez en el saloncito que con fines no muy nítidos se construyó en la parte superior de los mismos.

-II-

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A guisa de ilustración, cabe recordar que Los Arcos, como genéricamente se les conoce, fueron construidos en 1942, durante el ejercicio gubernamental de Silvano Barba González y a partir de un proyecto del arquitecto Aurelio Aceves, para celebrar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad, y a manera de entrada para los viajeros que llegaban de México (por la hoy impropiamente aún llamada Carretera a Morelia), Tepic y Barra de Navidad. La velocidad a la que se circula hace que pocos curiosos se den tiempo para tomar nota de las leyendas inscritas en la parte superior: por el oriente, “Una estancia agradable es garantía de regreso”; por el poniente, “Guadalajara, ciudad hospitalaria”. >

En la parte superior del monumento se habilitó, a partir de 1959, una Sala de Banderas que servía también como mirador. Subutilizada como tal, desde 1981 pasó a ser sede de la Secretaría de Turismo de Jalisco… Ahora se pretende darle un destino, por así decirlo, más utilitario. Una de las propuestas de la comuna consiste en instalar una cafetería desde la cual los comensales podrían contemplar, hacia el oriente, algunas de las mejores construcciones de “Las Colonias” residenciales que comenzaron a construirse hace un siglo; hacia el poniente, la emblemática Glorieta Minerva.

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Así como ha habido expresiones a favor o en contra del proyecto, ha habido ideas alternativas. Una de ellas consiste en habilitar una sala de conciertos de música de cámara. Amén de que probablemente el espacio sería inadecuado, el flujo continuo de vehículos lo contaminaría incesantemente con el principal enemigo de la música: el ruido.

La más socorrida consiste en convertirle en “un museo”… Amén de que no se precisa de qué tipo, la propuesta tampoco parece justificarse, considerando que algunas construcciones del Centro Histórico en las que se invirtió dinero público para adquirirlas o reconstruirlas con esa intención —o con ese pretexto— (el Museo de la Ciudad, el de las Artes Populares, el de las Ciudades Hermanas de Guadalajara, el del Periodismo y las Artes Gráficas en la antigua “Casa de los Perros”, la Casa Museo López Portillo…) están notoriamente subutilizadas por no decir que, de plano, desairadas. >

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