Hay 1,300 niños en albergues; sólo 95 pueden ser adoptados
Expertos coinciden en que la tardanza para concretar una adopción afecta a los menores de edad
De acuerdo con datos del DIF Jalisco, la Procuraduría de protección de niñas, niños y adolescentes tiene la representación en suplencia de mil 300 menores de edad; es decir, que en tanto su situación jurídica se resuelve, el Estado asume su representación. Sin embargo, sólo 95 son susceptibles a la adopción. Y sus edades rondan entre los ocho y 17 años.
El DIF precisa que, en primera instancia, se busca reintegrar a los menores a su familia de origen. “Si un niño llega por ser víctima de algún delito, nuestra primera intervención es, de ser posible, reintegrarlos a su núcleo familiar. De lo contrario, se inician los procedimientos judiciales para que podamos obtener su tutela legítima y que puedan ser candidatos de adopción”, comenta la procuradora Alejandra Salas, quien aclara que no todos los niños y niñas bajo la representación de esta institución son susceptibles a la adopción.
"Para poder hablar de que un niño es candidato a adopción tiene que estar su situación jurídica resuelta y nosotros tener una sentencia de un juzgado que nos otorgue su tutela legítima" Alejandra Salas, titular de la Procuraduría de protección de niñas, niños y adolescentes de Jalisco.
Por su parte, la investigadora Pamela Ornelas, encargada del área de difusión del Centro de Estudios de Adopción, señala que el problema de las adopciones radica en el tiempo que toman los procesos de “liberación”. Estos trámites se realizan con la finalidad de que el Estado asuma la tutela de los menores que no pudieron ser reintegrados, para que así puedan ser candidatos a una adopción. “Pero vivir en una institución por un tiempo indefinido pone en riesgo la salud y la integridad del niño”.
En los cinco primeros meses del año, el número de menores que podían ser adoptados superó la cantidad del año pasado. En 2018 fueron solamente 66 menores (la mayoría tenía entre 15 y 17 años).
Según el Código Civil de Jalisco, pueden ser adoptados aquellos niños y niñas que sean huérfanos, los que son declarados judicialmente abandonados, aquellos que perdieron la patria potestad y cuando los padres conceden su custodia.
También existen dos tipos de procedimientos de adopción, remarca la procuradora: “Las solicitudes de niños en instituciones bajo el resguardo de la Procuraduría y las adopciones entre particulares”. En la primera se les solicita a los candidatos llenar un formato específico y una serie de documentos, como la carta de no antecedentes penales, cartas de recomendación y actas de nacimiento. La funcionaria recalca que lo más importante es que “respondan al interés del niño o la niña que se va a adoptar”.
Este año se han concretado 28 adopciones en el Estado bajo estas modalidades. La mayoría fue llevada a cabo en un acuerdo entre particulares (17); el resto fue a través de solicitudes ante la Procuraduría (7) y sus delegaciones en la Entidad (4).
Padecen larga espera
El primer intento de Luis y Blanca para tener un bebé fue en un centro municipal del DIF en Guadalajara hace 15 años. No podían tener hijos y la pareja hizo una solicitud de adopción en la dependencia. “No pusimos ‘peros’, sólo queríamos tener un hijo, niña o niño… la edad que tuviera”, recuerda Belén.
El primer bebé no se logró. A pesar de que Luis comprobó que ganaba 40 mil pesos al mes, “nos negaron la solicitud porque era muy poco, que no alcanzaba para cuidar al bebé”.
Asegura que en esa ocasión le hicieron ir a varias pláticas para padres y asesorías legales. “Me enojé cuando nos lo negaron, ya nos habían hecho recorrer todo eso y que siempre no”. La pareja esperó cinco meses para recibir una resolución negativa.
El segundo intento fue en Tijuana. “Fuimos a trabajar, aprovechamos porque nos dijeron que ahí era más fácil que nos dijeran que sí porque estaban sobresaturados”.
La pareja hizo la solicitud de adopción al DIF de esa Entidad. Fue la segunda vez que les negaron tener un hijo. La razón fue, otra vez, la solvencia económica.
“Me sentí desesperada, ver a tantos niños sin un hogar y no poder hacer nada. Las personas que pueden darles una casa no los ayudan”.
En la tercera vez buscaron la vía no oficial. Escucharon de un sacerdote “que acogía a niños de madres que no los querían y preferían que él los tuviera en lugar de dárselos al DIF”. Sin embargo, el religioso nunca los atendió.
Después de 15 años, la pareja logró concretar una adopción el año pasado. El bebé había sufrido violencia prenatal. Nació a los seis meses de gestación debido a los golpes que su padre biológico le dio a su madre. “Lo cuidé por tres días en el hospital, había tomado líquido amniótico y estaba muy malito”.
En un acuerdo, mediado por el DIF Jalisco, con los padres del menor, consintieron entregarlo a la familia de Belén y Luis. “Después de esperar tanto tiempo es emocionante por fin cuidarlo, es un cambio para él y para nosotros”.
Belén acentúa que los procesos de adopción deberían de agilizarse para que los niños que esperan un hogar puedan encontrar una familia.
Quieren menores de cinco años
La tendencia de las parejas que hacen solicitudes de adopción ante el DIF estatal, es que buscan perfiles de niños menores de cinco años, declara la procuradora Alejandra Salas. Sin embargo, la mayoría de los niños y niñas que pueden ser candidatos a la adopción ronda entre los ocho y 17 años.
“Si una pareja quiere adoptar un niño de cero a tres años, y nosotros no tenemos niños con ese perfil, puede pasar mucho tiempo para que puedan adoptar”.
La especialista Pamela Ornelas asegura que en México existe una falta de cultura de adopción entre la comunidad de padres que deciden hacer una solicitud de este tipo.
En su tesis de maestría, la experta recopila testimonios de solicitantes en donde argumentan que preferían un niño no mayor a los dos años porque no “querían renunciar a la crianza”, o también por “las mañas” que pudiera tener.
Blanca busca a su familia biológica… 33 años después
Lo único que Blanca Martínez sabe de su mamá biológica es la pulsera del hospital. En el papel dice: “Niña Orozco Centeno”.
“Me la enseñó mi mamá (adoptiva) cuando me enteré de que era adoptada, me dijo que podía buscarlos si yo quería”.
Pero la joven de 33 años no está segura sobre los apellidos de su madre. “En el papelito que le dan a las mamás, al salir del hospital, los apellidos están escritos a la inversa”. También sabe que, probablemente, sus orígenes están en Los Altos de Jalisco y le han dicho que su madre biológica era trabajadora del hogar.
Blanca reconoce que no está cerrada a encontrarlos, aunque persiste el miedo de lo que suceda. Por ello, su indagatoria no ha pasado de los buscadores de las redes sociales. “A veces me dan ganas de publicar en mis redes: ‘Si tuviste una hija el 24 de agosto de 1985, puedo ser yo’”, dice bromeando. “Es un ciclo y se tiene que cerrar. Conscientemente no los necesito, pero sí tengo la espinita por dentro. Me pregunto qué pasó con ellos, dónde están”. Ella apenas tenía un día de nacida cuando fue dada en adopción. No hubo mediadores institucionales, sólo un acuerdo de palabra. Y tenía 15 años cuando se enteró que era adoptada. La pareja que la acogió pagó los gastos del hospital, en el Registro Civil le dieron una nueva fecha de nacimiento y recibieron el tercer “regalo” de una hija.
Necesaria, mayor sensibilización
Pamela Ornelas asegura que en Jalisco hace falta una mayor sensibilización en el Poder Judicial sobre la “liberación” de la situación jurídica de los menores. “El problema es que los jueces no vean los números de expediente, sino que se den cuenta que es un niño que está viviendo en una institución, lo cual le causa afectaciones por no vivir en una familia”.
En su tesis de maestría, “Adopción e institucionalización de niños, niñas y adolescentes en Jalisco”, publicada como libro en 2018, señala que el exceso de trabajo en los juzgados impide dar prioridad a los asuntos sobre los menores institucionalizados. Apunta que los procedimientos de pérdida de patria potestad de los menores no son ágiles.
Ante esto, la procuradora de Protección de niñas, niños y adolescentes en Jalisco, Alejandra Salas, responde “que en materia de niñez, todos los procedimientos deberían de ser ágiles y de resolución inmediata; sin embargo, hay procesos judiciales que se deben de seguir”.
Además, una de las conclusiones de la experta fue que no existe una estadística “certera” y pública sobre los menores que viven en instituciones, cuántas casas hogar hay, así como el número de los menores en posible estado de adopción y los adoptantes. “Es una cuestión grave el hecho de no llevar actualizados los datos”.
En Jalisco, el Código Civil y la Ley Estatal de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes son los que regulan las adopciones. Sobre esto, Pamela Ornelas opina que es una legislación completa; sin embargo, “los organismos no están dotados de los recursos económicos necesarios para implementar de manera eficiente su labor”.
Radiografía
Estudio: De acuerdo con el último Censo de Alojamientos de Asistencia Social del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país hay 25 mil 665 menores que residen en una casa hogar. Además, en el país existen 879 albergues de este tipo.
Jalisco: El año pasado, 490 niños y niñas fueron adoptados y reintegrados a sus familias, de acuerdo con el último informe del DIF estatal. También, según esta dependencia, en la Entidad existen 95 casas hogar que albergan cuatro mil 789 niñas, niños y adolescentes.
Los modelos
Adopción simple
Este tipo de adopción es una de las dos que contempla el Código Civil de Jalisco. Establece que la persona que adopte debe tener más de 25 años, no es necesario que esté casada y sólo se originan vínculos jurídicos entre el adoptante y el adoptado.
Adopción plena
Otorga todos los derechos y obligaciones que corresponden a una relación entre padres e hijos. Para realizar una adopción es necesario que sea una pareja de hombre y mujer, y que el menor de éstos sea mayor por 15 años de los menores que se pretende adoptar.