Jalisco

Rincones embrujados de Guadalajara: ¿te atreves a visitarlos?

Una guía con diversos sitios de la ciudad donde las leyendas urbanas dictan que se pueden vivir experiencias paranormales 

Los mitos y las leyendas son fundamentales en la idiosincrasia de cualquier urbe, y la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) no es ajena a ello. Si bien la ZMG está en constante desarrollo, parte de su encanto se debe a sus sitios históricos de gran valor sentimental que resguardan las historias que la conforman, y no sólo las verídicas, también las encantadas que le dan un estatus místico.

Es así que en el Jalisco hay distintos espacios y edificios que tienen un carácter de "embrujados", donde se cuentan historias y leyendas que, si sucedieron o no, se han vuelto parte de la memoria colectiva tapatía. 

Pero, ¿qué características debe tener un sitio que se considera embrujado o encantando? Primero hay que tomar en cuenta su carácter histórico, es decir, en cuántos años y generaciones han trascendido, quiénes han vivido en ellos, cómo fueron construidos, qué emociones generan sus fachadas y cuál es su función actual. Otra característica es la lista de fenómenos paranormales que han acontecido en su interior, los cuales se alimentan del imaginario popular.

Para abundar en el tema, EL INFORMADOR platicó con el doctor David Coronado, jefe del Laboratorio de Estudios sobre la Violencia del Departamento de Sociología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG): “El mito siempre tiene esta parte de regresar al origen, el cual va creando tejido social entre la gente y parte indispensable de todas las sociedades. Los mitos quizá tengan algún elemento originario real, pero se va articulando y creando todo un imaginario que crea nexos indispensables entre la sociedad. La cuestión de los fantasmas, los elfos y las brujas es algo inmanente”.

Y es que los mitos y leyendas también son elemento centrales de la cultura y las tradiciones de un pueblo; un ejemplo puede ser la festividad del Día de Muertos, donde se cuenta que cada 2 de noviembre los muertos regresan al mundo de los vivos para ser recordados a través de la comida que les gustaba, la cual es preparada por sus seres queridos.

“De una realidad verdadera, se crea una realidad aumentada”, refiere el especialista, al señalar que para que un hecho adquiera un carácter de mito o leyenda, alguien tuvo que haber experimentado una vivencia en particular, la cual a través del imaginario popular se magnifica, como un historiador que la puede potenciar: “así que, si tú vas por la noche y crees escuchar ciertos ruidos (en un lugar en específico), esa leyenda que era un imaginario se vuelve parte de tu experiencia al vivir esa realidad aumentada de una realidad verdadera”.

Pero, ¿por qué a la gente le causa placer o morbo saber que hay lugares embrujados? “Es la necesidad de las personas de creer que existe algo más allá de la trascendencia. Cuando escribes, matas una realidad, pero al mismo tiempo estás creando y trasciendes, así que en ese mismo sentido van las creencias, cuando crees en una realidad, la concretas en algo y al mismo tiempo estás creando un imaginario, el cual te va a ayudar a trascender”.

Y ahora con la modernidad, las redes sociales y las nuevas generaciones, ¿cómo se adaptan los sitios embrujados al imaginario popular? La  respuesta es justo la trascendencia, pues estos lugares peculiares se van contando de generación en generación a través de las familias y ahora también de los medios de comunicación. “Lo que sucede actualmente es que hay nuevas formas de encantamiento, las cuales están dadas en aplicaciones, realidad virtual y avatares donde se crea otro tipo de realidad con la que mueres, creas y también trasciendes”, expresa David Coronado.

Panteón de Belén. En este sitio se encuentra la tumba de “Nachito”, al cual la gente le lleva juguetes. EL INFORMADOR/Archivo

Pero, ¿cuáles son los sitios embrujados de la ZMG? Uno de los más famosos es el Panteón de Belén (Belén 684, El Retiro). Este lugar es muy visitado en octubre y noviembre; sobre todo, en las festividades de Halloween y Día de Muertos. Se dice que el panteón fue fundado en 1848 y cerrado en 1896.

Hay varias leyendas que le dan un carácter embrujado al panteón. Por ejemplo, se dice que un médico brinda consultas desde el “más allá”. José Castro fue un hombre que murió a los 29 años, y quienes recibieron su ayuda lo recordaron visitando sus aposentos, por lo que poco a poco esas visitas se convirtieron en una tradición y en una búsqueda de esperanza para los enfermos. La leyenda dicta que quien acude a las 12:00 del día para pedir por la salud de alguien, este médico les ayudará en su recuperación.

Asimismo, en el panteón está la tumba de un niño llamado Ignacio “Nachito” Torres Altamirano. La leyenda cuenta que “Nachito” nació con fobia a la oscuridad, y tras su deceso fue enterrado en el panteón. Al día siguiente de su entierro, el cuerpo de “Nachito” apareció fuera de la tumba. El sepulturero lo volvió a enterrar, pero la situación se repitió al día siguiente. Los padres de “Nachito” construyeron un ataúd de piedra con aberturas para que entrara luz, lo cual ayudó a que él no se “volviera” salir. Actualmente, la gente deja juguetes en la tumba, para que “Nachito” no los siga hasta sus casas. Los sepultureros cuentan que el menor juega con los juguetes durante las noches.

Bosque Los Colomos (El Chaco 3200, Guadalajara)

EL INFORMADOR/Archivo

Este parque urbano se encuentra en los límites de Guadalajara y Zapopan. Entre las leyendas que rodean a este pulmón de la ciudad se cuenta la historia de una mujer que hace varios años acudió a él para posar en una sesión fotográfica con su novio, pero éste no llegó; así que al hacerse tarde un guardabosques le señaló que ya era hora de cerrar, pero ella le pidió más tiempo… Cuando el hombre regresó a buscarla, la encontró colgada con su vestido de novia. 

Hoy en día se dice que las parejas de novios que acuden a hacer su sesión de fotos, se les aparece una mujer vestida de blanco cerca de las inmediaciones del Jardín Japonés. 

Museo de Sitio del Puente de las Damas (Av. Cristóbal Colón 570, Zona Centro)

EL INFORMADOR/Archivo

El antiguo Puente de las Damas fue construido de 1791 a 1798, por iniciativa de Fray Antonio Alcalde a petición de la Congregación de las Damas del Señor de la Penitencia. Luego de su descubrimiento en 2016, desde el 24 de marzo del 2022 está abierto al público. El nombre de Puente de las Damas es porque un grupo de mujeres aristócratas de Guadalajara, mandaron a construirlo para poder cruzar el arroyo de El Arenal. Una de las leyendas que rigen este lugar es sobre las almas de algunas de las damas que lo mandaron erigir, la cuales a las 22:00 horas de cada día suelen deambular por debajo del puente, mientras lanzan algunos sollozos.

Otro mito es la de “La Carreta”, la cual tiene que ver con un hombre acaudalado que vivía en el barrio de Mexicaltzingo, quien se enfermó y le prometió al Cristo de la Penitencia construirle la torre del templo, porque el templo de Mexicaltzingo no tiene una; sin embargo, el señor falleció olvidándose de la promesa. Entonces, cuenta la leyenda que a las 00:00 horas se escucha una carreta bajar por la calle de Mexicaltzingo y detenerse en el templo.

Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Av. Fray Antonio Alcalde 225, Zona Centro)

EL INFORMADOR/Archivo

Este museo también conocido como “La Casa de los Perros”, guarda una leyenda peculiar. Se cuenta que Jesús Flores, un hombre de buena posición que comerciaba café, vivía en esta finca hacia el siglo XX; cuando cumplió 70 años contrajo matrimonio con una joven llamada Ana González. Posteriormente, viajaron a Europa; durante el trayecto, por poco y se hunde el barco en el que se encontraban. Lo anterior, los motivo a pactar una promesa, la cual consistía en que si uno de los dos sobrevivía, le rezaría al otro en cada aniversario luctuoso. Al final, la nave no naufragó.

Semanas después, la mujer mandó a traer de Nueva York dos esculturas de perros que colocó en la casa; al poco tiempo el marido murió y ella se convirtió en la heredera. Al poco tiempo la joven contrajo de nuevo nupcias, olvidándose de la promesa de rezarle al difunto; además, se desentendió de la casa de los perros. Al estar en abandono la propiedad, comenzaron a suscitarse actividades extrañas que dieron inicio a la leyenda de que quien le rezara el novenario al difunto, obtendría las escrituras de la casa. La regla era hacerlo a las 00:00 horas y portar una vela; muchos lo intentaron, pero no lo lograron porque llegaron a experimentar suceso sobrenaturales, ocasionando que los aventurados salieran despavoridos de la propiedad.

Tlaquepaque, Pueblo Mágico

ESPECIAL

El municipio de Tlaquepaque, en particular su Centro Histórico, aguarda a personajes que forman parte de su imaginario popular. Uno de ellos es “La Dama Equina”, una mujer que se le aparece a los hombres que beben mucho alcohol; también está “La Dama de Negro”, la cual es una mujer que se muestra ante los infieles y adúlteros; se rumora que, en vida, ella le fue infiel a su marido y cuando ésta murió no pudo transitar al cielo y su alma se quedó penando.

Como parte de las actividades culturales que se realizan en el municipio de Tlaquepaque se encuentra el “Tour de Leyendas”, en donde el grupo creativo de Cacao Arte y Cultura impulsa dinámicas en las que las personas pueden conocer un poco más del municipio a través de recorridos dramatizados. Más información en sus redes sociales.

Mansión Clover Lawn (Avenida La Paz 1811, Colonia Americana)

EL INFORMADOR/Archivo

La construcción se edificó entre 1905 y 1906; su fachada  representa un chalet de Los Alpes. La mansión ha sido habitada por diversas familias, sin embargo, en las temporadas que ha permanecido vacía los vecinos señalan que han registrado diversas apariciones. Actualmente, la finca es escenario de eventos de Halloween -como en la foto-  y Navidad.

Por su parte, el arquitecto Gabriel Macías Agredano, profesor del Departamento de Proyectos Arquitectónicos del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de la UdeG, compartió con esta casa editorial existe una especie de “maldición” que pesa sobre esta mansión, la cual indica que quienes la han habitado no han tenido suerte en sus vidas.
 

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