Gabriel García Márquez: 5 grandes obras para recordarlo siempre
Gabriel García Márquez falleció un día como hoy hace 9 años. Así recorremos la obra de uno de los escritores más grandes, emblemáticos e irrepetibles en la historia de América Latina
Crónica de una muerte anunciada
"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño..."
Crónica de una muerte anunciada nos narra los eventos que desencadenarían en el violento asesinato de Santiago Nasar por un conflicto de honor y hombría, en un día trágico en el que todos en el pueblo sabían que Santiago sería asesinado, todos, menos él, y aun así nadie hizo nada para impedirlo. Una breve novela donde García Márquez expone su maestría y sus recursos periodísticos, un año después de su publicación el colombiano sería galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Del amor y otros demonios
"Sin darle tiempo al pánico se liberó de la materia turbia que le impedía vivir. Le confesó que no tenía un instante sin pensar en ella, que cuanto comía y bebía tenía el sabor de ella, que la vida era ella a toda hora y en todas partes, como sólo Dios tenía el derecho y el poder de serIo, y que el gozo supremo de su corazón sería morirse con ella..."
El día de su cumpleaños, Sierva María fue mordida por un perro. La imposibilidad de saber si aquel animal tenía el mal de rabia desata la tragedia de esta historia, atravesada por la ignorancia y la magia, el fanatismo religioso, y como siempre en la obra de García Márquez, la fatalidad de los amores imposibles, que no obstante, mientras duran son eternos.
El otoño del patriarca
"...el adiós fugitivo de un guante de raso de la mano de nadie de un anciano sin destino que nunca supimos quién fue, ni cómo fue, ni si fue apenas un infundio de la imaginación, un tirano de burlas que nunca supo dónde estaba el revés y dónde estaba el derecho de esta vida que amábamos con una pasión insaciable que usted no se atrevió ni siquiera a imaginar por miedo de saber lo que nosotros sabíamos de sobra que era ardua y efímera pero que no había otra, general, porque nosotros sabíamos quiénes éramos..."
Una reflexión acerca de las dictaduras que asolaron América Latina a lo largo del siglo XX, El Otoño del Patriarca es una de las obras más difíciles de Gabriel García Márquez: un laberinto narrativo donde apenas existen los signos de puntuación y las reglas ortográficas convencionales, un universo donde convergen mil historias en una, mil personajes en uno, y que no es más que la soledad inmensa que existe dentro del poder y sus excesos: los grandes monstruos de América Latina.
El amor en los tiempos del cólera
"(...) vio a Florentino Ariza vestido de luto en el centro de la sala desierta. Se alegró, porque hacía muchos años que lo había borrado de su vida, y era la primera vez que lo veía a conciencia depurado por el olvido. Pero antes de que pudiera agradecerle la visita, él se puso el sombrero en el sitio del corazón, trémulo y digno, y reventó el absceso que había sido el sustento de su vida.
-Fermina -le dijo-: he esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirle una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor para siempre".
Cuando eran adolescentes, Florentino Ariza y Fermina Daza tuvieron un romance juvenil, cuya pasión e intensidad nunca creció más allá de sus correspondencias y cartas febriles. Al ser rechazado finalmente y sin piedad por su amada, Florentino Ariza se puso el propósito de conquistarla y enamorarla sin importar el costo, y en su determinación se le fue la vida.
Cuando cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días después, fallece el esposo de Fermina Daza, Florentino Ariza se ve en la encrucijada de su sino: enamorar, en plena vejez, a la mujer que ha esperado toda su vida.
Cien años de soledad
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo".
Así da inicio una de las novelas más fascinantes, titánicas e irrepetibles de nuestra lengua: la historia de la familia Buendía a través de un siglo de desencantos, soledades, amores prohibidos y amarguras, cien años de dramas cotidianos en el pueblo mítico de Macondo, donde los gitanos vuelan con sus alfombras, los peces pueden nadar en el aire, las mujeres suben al cielo en cuerpo y alma, y las mariposas amarillas son el único testigo de los amores prohibidos.
Acaso la novela más importante de Gabriel García Márquez, la que consolidó su nombre, la que lo asoció irremediablemente con el realismo mágico, una de las novelas "pilar" del "boom" latinoamericano, y que eternizó su legado en la historia de nuestras letras.
"Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra".