Entretenimiento
''Yes'' enciende al público mexicano con rock y nostalgia
La banda de rock progresivo complace a sus fans en un concierto de más de dos horas
CIUDAD DE MÉXICO (22/AGO/2012).- Con melódicas canciones en voz de Jon Davison, su nuevo vocalista, la banda de rock progresivo Yes invadió de nostalgia un foro de la capital mexicana, donde además presentó los temas de su nuevo disco "Fly from here".
Complaciendo a sus fans, la agrupación demostró una vez más por qué es una de las precursoras del rock experimental, acompañada ahora de su nuevo cantante, quien logró recrear la esencia de sus cortes con contenido onírico y poético.
Cuando apareció la noche de este martes Steve Howe en el escenario del Pepsi Center de la Ciudad de México, de inmediato fue ovacionado por los adultos contemporáneos y algunas más jóvenes que tomaron sus asientos para escuchar los primeros acordes musicales.
Sin más preámbulo, Davison dio muestra de su gran voz, por lo cual no se extrañó a Benoit David, quien fue el cantante del álbum "Fly from here" y se enfermó de laringitis aguda, o del mismo Jon Anderson, vocalista original.
"Yours is no disgrace" fue el corte con el que inició el recital, que tuvo una duración de más de dos horas y en el que la gente además de poner atención a cada una de las interpretaciones, también se emocionó y ovacionó a cada uno de los músicos.
Davison, para interactuar con el público, saludó en español: "¡Muchas gracias, son fantásticos! ¡Mucho gusto!", lo cual fue ampliamente celebrado; mientras Rick Wakeman lo presentó ante el público mexicano.
El tiempo transcurría y las melodías que también se escucharon fueron "Tempus fugit", "Seen all good people" y "América". Uno de los mejores momentos fue cuando Steve Howe hizo un solo con su guitarra, lo cual fue muy bien recibido por los presentes y captado por diversos celulares.
Tras ello, Yes tocó parte de su nuevo material "Fly from here", con el cual las palmas y los aplausos no pararon, pero aún faltaba "Wonderous stories", un clásico de la década de los 70, y "Heart of the sunrise".
Con un juego de luces y sus instrumentos, Yes complació a sus fans, quienes al concluir el concierto ovacionaron de pie a la banda y salieron más que satisfechos por la velada nostálgica.
Complaciendo a sus fans, la agrupación demostró una vez más por qué es una de las precursoras del rock experimental, acompañada ahora de su nuevo cantante, quien logró recrear la esencia de sus cortes con contenido onírico y poético.
Cuando apareció la noche de este martes Steve Howe en el escenario del Pepsi Center de la Ciudad de México, de inmediato fue ovacionado por los adultos contemporáneos y algunas más jóvenes que tomaron sus asientos para escuchar los primeros acordes musicales.
Sin más preámbulo, Davison dio muestra de su gran voz, por lo cual no se extrañó a Benoit David, quien fue el cantante del álbum "Fly from here" y se enfermó de laringitis aguda, o del mismo Jon Anderson, vocalista original.
"Yours is no disgrace" fue el corte con el que inició el recital, que tuvo una duración de más de dos horas y en el que la gente además de poner atención a cada una de las interpretaciones, también se emocionó y ovacionó a cada uno de los músicos.
Davison, para interactuar con el público, saludó en español: "¡Muchas gracias, son fantásticos! ¡Mucho gusto!", lo cual fue ampliamente celebrado; mientras Rick Wakeman lo presentó ante el público mexicano.
El tiempo transcurría y las melodías que también se escucharon fueron "Tempus fugit", "Seen all good people" y "América". Uno de los mejores momentos fue cuando Steve Howe hizo un solo con su guitarra, lo cual fue muy bien recibido por los presentes y captado por diversos celulares.
Tras ello, Yes tocó parte de su nuevo material "Fly from here", con el cual las palmas y los aplausos no pararon, pero aún faltaba "Wonderous stories", un clásico de la década de los 70, y "Heart of the sunrise".
Con un juego de luces y sus instrumentos, Yes complació a sus fans, quienes al concluir el concierto ovacionaron de pie a la banda y salieron más que satisfechos por la velada nostálgica.
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