Entretenimiento
Ximena Sariñana, con sonido diferente
La intérprete confiesa que su nuevo álbum significóun gran aprendizaje; el trabajo será la clave del concierto de esta noche
Lo que su disquera pretendía era que la artista mexicana tuviera mayor proyección a escala internacional. Buena idea, se dijo. Y se fue.
Después del periplo musical Ximena Sariñana vuelve a México. Hoy se presenta en el Teatro Diana junto a la chilena Francisca Valenzuela. Ximena, vieja conocida de los tapatíos, ofrecerá temas de su disco más reciente, Different, toda vez que recordará canciones de Mediocre, su anterior material discográfico. Como un náufrago que se las arregla como puede en una isla ingobernable, Ximena regresa a su país más fuerte: aprendió, cantó, trabajó... cambió.
Different llevó a la mexicana a recorrer Estados Unidos. El resultado del disco en ese país la sorprendió. Le ayudó a consolidarse “de alguna manera”, acota, en el mundo de la música en inglés. El humor de los escuchas estadounidenses la arropó como no pensaba que podría hacerlo. Tras el resultado, le quedaron ganas de seguir explorando ese camino.
El camino cuesta arriba
Tras atender diversas entrevistas telefónicas Ximena cuenta que durante el proceso creativo del álbum escribió con diferentes productores: “Fue mucho de producir al mismo tiempo que escribía. Fue como escribir canciones a partir de un grito, de un sonido, de un momento, no tanto escribir como lo había hecho en Mediocre, nada más piano y voz y después producíamos el resto de los instrumentos, sino que acá salía más a partir de una sesión muy producida”.
El trance le modificó la forma de escribir. Reconoce que en cuanto a las letras el proceso fue similar. “Yo creo que las letras del disco hablan de esta incertidumbre que te provoca el vivir y trabajar en otro país sin saber realmente qué va a pasar”. La cantante afirma que las inseguridades que cayeron en ella durante esa época se reflejan en el disco.
Como si la respuesta le caminara desde siempre en la punta de la lengua, Ximena dice que el público mexicano es “muy pasional, te ama o te odia”, pero añade que no hay ninguno como él. Para ella, los norteamericanos son más callados —con maneras parecidas a las que tienen los conocedores de ópera—, pero más abiertos a la música en su idioma y en otros.
En el Festival de Coachella le fue bien, afirma. A los asistentes les gustó su participación, no escatimaron la energía entregada. En la segunda semana del encuentro musical, un torrente de mexicanos irrumpió en el escenario en donde tocaba. Como cada que sucede algo que pone el nombre de México en alto, terminaron cantando Cielito lindo. Sariñana afirma que se sintió “muy acompañada”.
Impulso en el escenario
Ximena ya conoce el escenario al que subirá esta noche. Se presentó en el Teatro Diana el 19 de septiembre de 2011. En esa ocasión ofreció un recital con los temas de Mediocre. Esta vez estará acompañada por la chilena Francisca Valenzuela, quien dijo en una entrevista para este medio que está ansiosa por subir al escenario y compartirlo con Sariñana, lo que es un gusto.
Ximena le devuelve el gesto: “Francisca es una pro en todo aspecto. Tiene un show increíble; una confianza en el escenario envidiable y no tiene nada que pedirle a nadie. Espero que esta gira y estos conciertos la ayuden a consolidarse más”.
La mexicana dice que el espectáculo que ofrecerán será parecido al que ambas presentaron el pasado 11 de mayo en el Teatro Metropólitan, en la Ciudad de México. Las luces, los visuales y la instrumentación serán iguales; sin embargo, Ximena acepta que cada show tiene lo suyo y eso depende mucho de la participación y de la vibra del público.
La mujer que se define como una persona que trata de reinventarse todo el tiempo, ser bastante honesta consigo misma y ser reflexiva, extrañaba volver a México, a su familia, a sus amigos, al público. Quería comer mole. Le gusta pensar en las cosas que le suceden en la vida y expresarlas con su música.
Una historia en común
Cada quien su cuento
Que la comparen con sus colegas Carla Morrison y Natalia Lafourcade no le molesta. “Natalia, Carla y yo compartimos muchas influencias similares, todas hemos trabajado con todas. Natalia produjo una canción de mi disco y produjo el disco completo de Carla”.
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