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Wyclef Jean, de premiado rapero a candidato presidencial en Haití

El músico registró hoy su candidatura para las elecciones presidenciales del próximo 28 de noviembre en Puerto Príncipe

NUEVA YORK, EU (05/AGO/2010).- El premiado rapero Wyclef Jean, conocido en todo el mundo como integrante de los Fugees y por sus colaboraciones con artistas como la colombiana Shakira, quiere probar suerte ahora en la política y apunta a un puesto alto: la Presidencia de Haití.

Consagrada estrella del hip hop, con tres Grammy a sus espaldas, Jean registró hoy su candidatura para las elecciones presidenciales del próximo 28 de noviembre en el Consejo Electoral Provisional (CEP) de Puerto Príncipe, donde se habían congregado cientos de admiradores y curiosos.

Esta misma mañana había confirmado su intención de ser candidato presidencial en una larga entrevista con el programa "Bonjour Haiti", de una emisora de radio de Miami.

Jean, que no vive permanentemente en el país desde hace casi tres décadas, representa a la llamada "diáspora haitiana", esos 800 mil haitianos que residen en EU y que pueden desempeñar un gran papel en sacar a Haití de las ruinas en las que lo dejó el terremoto del pasado enero.

Nacido en la ciudad haitiana de Croix-des-Bouquets en 1972, cuando tenía nueve años el cantante emigró junto a su familia a Estados Unidos, donde creció entre el barrio neoyorquino de Brooklyn y el vecino estado de Nueva Jersey, sin que la fama le haya hecho olvidar sus orígenes, pues siempre se ha cuidado de donar dinero a distintas labores humanitarias en su país.

El cantante de 37 años conoció la fama mundial junto a Lauryn Hill y Prakazrel "Pras" Miche como integrantes de los Fugees y más tarde puso a bailar a Shakira con el éxito "Hips Don't Lie".

Es sobrino del periodista y diplomático Raymond Joseph, actual embajador de Haití en Washington, del que algunos medios han apuntado que también tiene interés en suceder a Rene Preval en la Presidencia y que podría también presentar su candidatura.

"Si no hubiera sido por el terremoto, habría esperado probablemente unos diez años más para hacer esto", reconocía esta misma semana a la revista Time el cantante y respetado productor musical, que, gracias a su música y sobre todo por su labor filantrópica, se ha ganado el apoyo de la juventud del país.

Embajador de buena voluntad de Haití desde 2007, Jean se ha erigido en los últimos meses como el rostro más conocido de su país, gracias al papel público que ha tenido en la recaudación de donaciones e incluso en las tareas de recuperación de cuerpos, desescombro y reconstrucción de Puerto Príncipe tras el terremoto.

Todos esos esfuerzos han sido dirigidos a través de su fundación Yéle Haití, que lleva a cabo distintos proyectos en Haití.

Su figura ha sido primordial además en el movimiento "Face à Face" (Cara a Cara), que pretende solucionar con la participación de los jóvenes los problemas fundamentales de la sociedad haitiana, al tiempo de atraer inversiones, crear empleos y promover la mejora de la educación.

La carrera política de este músico, que cuenta con seis álbumes de estudio en solitario en el mercado y que ha cantado con la cubana Celia Cruz, la estadounidense Mary J. Blige o el senegalés Youssou N'Dour, tendrá que superar las trabas que le puedan poner sus detractores.

Sus rivales pueden echarle en cara desde que no ha vivido en le país hasta que su dominio del francés es limitado y que su creole (lengua local) está oxidado, para mostrarlo como alejado de la población, o también recordarle las polémicas que han rodeado algunas de las actividades de su fundación.

A Time le dijo que encuentra inspiración política en el presidente checo, Václav Havel, y el estadounidense Ronald Reagan, y que su familia, especialmente su madre Yolanda, su esposa Claudinette, con quien se casó en 1994, y su hija Angelina, a quien la pareja adoptó en 2005, es su principal apoyo.

En 2004 Wyclef Jean jugó con la idea de ser presidente en una de sus canciones, "If I was a President", del álbum, "Welcome to Haiti: Creole 101", en la que afirmaba que si llegaba a ese alto puesto en lugar de gastar miles de millones en la guerra, lo haría en alimentar a los pobres.

El estribillo de la canción era: "Si fuera presidente, sería elegido un viernes, asesinado un sábado y enterrado un domingo".

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