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Vistazo al legado de La Revolución de Emiliano Zapata

Ricardo Sotelo y José Leos recogen la historia de la legendaria banda tapatía con la voz de una veintena de expertos

GUADALAJARA, JALISCO (27/SEP/2014).- Previsto para su estreno en marzo del año entrante, en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara ( FICG), el largometraje documental ''La Revo: sing a song of love'' (2015), de los jóvenes realizadores Ricardo Sotelo y José Leos, recoge en 20 diferentes voces testimoniales —entre músicos, periodistas y locutores— la trayectoria de una de las bandas más representativas en la historia del rock nacional y, particularmente, de Jalisco: La Revolución de Emiliano Zapata.

La idea original para este documental partió de Sotelo, quien desde niño escuchó en la radio ''Nasty sex'', canción emblemática de la banda, que al tratarse de “una rola en inglés cantada por un grupo con nombre en español” le despertó una curiosidad que fue aclarándose en su adolescencia al descubrir que “se trataba de una agrupación de Guadalajara, cuyos miembros seguían en activo”.

Así, la oportunidad de “hacer algo” en torno al rock —en concreto el tapatío— llegó cuando en 2012 apareció la convocatoria de becas del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) y, de ese modo, logró ganarla para la realización de un cortometraje documental que significó la base para el actual largometraje de 80 minutos de duración.

De corto a largo

Por consejo de un maestro universitario, Ricardo Sotelo determinó “limitar” la producción a una sola banda y, de esa forma, se enfocaron en La Revolución de Emiliano Zapata que, además de iniciadores y participantes de un movimiento nacional en el rock, “también tuvieron una época en la que tocaron baladas, con mucho éxito, algo por lo que se les calificó como ‘traidores’, lo que se me hizo una historia interesante”.

Al CECA se le entregó el cortometraje como producto, pero Sotelo y José Leos —productor y director, respectivamente, del material— decidieron “grabar más” para convertirlo en un largometraje que, gracias al apoyo de Canal 44, de la televisión universitaria (UdeG), y el apoyo de la revista Rolling Stone en español, se logró.

Contexto y legado


Para ubicar a la banda en “el contexto de una época que va de fines de los sesenta a principios de los setenta”, se entrevistó también a otros músicos de grupos de entonces, como Los Spiders o 39.4, lo mismo que figuras nacionales como Álex Lora o Javier Bátiz, a los que se suman integrantes de Rostros Ocultos, La Cuca, así como periodistas y locutores locales.

“Sobre la marcha”, destaca Sotelo, lo que se descubre es “la importancia del legado” de La Revolución…, tanto en el testimonio de músicos que decidieron serlo a partir de escuchar ''Nasty sex'' (como Carlos Avilés o Sabo Romo), como en el éxito de la canción, que llegó a Europa —a Holanda o Alemania, donde se vendieron 100 mil copias— y los convirtió por un tiempo en “la banda número uno del rock en México, por sobre grupos como Three Souls in my Mind o Los Dux Dux”.

Mostrar, contar y buscar empatía

A diferencia de “una ficción que se tiene controlada” para filmarse en un tiempo determinado, refiere José Leos, “un documental puede requerir de periodos más amplios” y, así, los problemas presupuestarios se canalizaron por vía de “la coproducción, donde contamos con la ayuda de un canal de televisión como Canal 44, aunque el apoyo inicial del CECA se administró bien”.

Además, en términos estéticos, asegura el director, “apostamos más por la fotografía, donde hay un trabajo profundo porque, dependiendo de las dificultades que se enfrenten, los documentales pueden presentar malos encuadres o cosas así; nosotros cuidamos las locaciones y diseñamos una paleta de colores de acuerdo con lo que se buscaba, tomando como referencia algunos documentales de la tradición —como ''Seven ages of rock'', de la BBC— y películas de ficción”.

Con cerca de tres años en este proceso y ya sin la presión de “entregar” un producto al Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, “tomamos las cosas con tranquilidad y nos dedicamos a hacer las cosas bien y con calma”.

De este modo, en cuanto a la narrativa, la cuestión fue “contar la historia, pero no centrarnos tanto en los datos históricos como en el contenido emocional, de modo que los espectadores puedan sentirse identificados con los protagonistas del documental”.

Ver para saber

Ricardo Sotelo  enfatiza que algo fundamental en el documental es cómo la banda llega a “la traición”, pues operó en ellos un cambio que les llevó “de estar en un movimiento donde el estandarte era la libertad de expresión, a cambiar a un género tan distinto como la balada, al grado de ser llamados ‘traidores’; la idea era revisar las razones de fondo que lo motivaron y cuál es su opinión hoy día. Pero para ello hay que ver el documental”.

Asimismo, otra cuestión esencial es dónde se encuentran en la actualidad: “Tocan aún, los sábados, en un pequeño bar del centro tapatío, alejados ya de lujos, televisión y festivales, incluso de la radio, a pesar de su éxito como baladistas”.
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