Entretenimiento
Vibra Montreux con Ricky Martin y Rubén Blades
Un concierto que ha sido descrito como ''el mejor del Festival de Jazz de Montreux''
GINEBRA, SUIZA (06/JUL/2011).- En un concierto que ha sido descrito como "el mejor del Festival de Jazz de Montreux", un vibrante, sexy y gigante Ricky Martin "partió plaza y salió en hombros" con sus ritmos latinos, en tanto que el salsero Rubén Blades puso a bailar a toda la concurrencia.
En la noche más latina del festival, los multiganadores de premios Grammy Rubén Blades y Ricky Martin contagiaron de su pasión latina y ritmo salsero al público europeo en una de las noches más memorables de este legendario festival.
Después de que los asistentes ya habían entrado en calor con el incomparable ritmo de Blades, hizo su entrada el puertoriqueño Ricky Martin con su espectáculo original 'Música+ Alma+ Sexo', que da nombre a su gira mundial.
Ricky, más sexy que nunca, movió a la concurrencia a su antojo con una sensacional puesta en escena, músicos latinos de primera talla, un grupo de bailarines talentosos, además de la proyección de creativos vídeos que descubren a un artista en su mejor momento espiritual y físico, pues se muestra tal cual, sin ningún tapujo.
En el escenario se ve a un artista maduro, confiado, liberado, entregado, quizá a partir de que se declaró públicamente gay Ricky Martin, se reconcilió consigo mismo y lo hizo sentir hasta el último rincón del auditorio Stravinsky. Simplemente la gente no paró de moverse y de cantar.
Cantó y bailó de manera magistral su 'María, 'Livin la vida loca', 'La bomba' y 'La copa de la vida', entre otras, y la gente pedía más y más, y el artista se crecía con su espectáculo muy a lo cabaret, muy sensual y demostró por qué hoy por hoy es considerado una de las estrellas latinas más completas de estos agitados tiempos.
Sobre el concierto, el experto en música de el diario 'El País' Rodrigo Carrizo, dijo a Notimex, "me quito el sombrero, de los ocho años que he venido a Montreux nunca había visto a la gente así".
"Es espectacular, es bestial en la escena", agregó, "fue un concierto histórico".
"Se pasó, es increíble", dijo un chileno en tanto que su novia suiza emocionada opinó "se siente su magia, !es eléctrico!".
Por su parte, Blades, ex ministro de turismo de Panamá, no se quedó atrás e hizo mover las caderas a jóvenes y no tan jóvenes europeos y latinos.
El auditorio se convirtió en un inmenso salón de baile con todo tipo de parejas mujeres embarazadas con sus galanes, adolescentes rompecorazones, expertos de baile, hombres con hombres, mujeres con mujeres, todo el mundo a bailar.
Con su sombrero "panamá" y su traje negro, Blades conquistó al público con su 'Pedro Navajas' al que la gente coreaba y bailaba, sin duda, la banda derrochó talento salsero.
Con éxitos ya clásicos y lo más nuevo de su producción discográfica "Todos vuelven", Blades contagió con su ritmo caliente acompañado por la orquesta de Roberto Delgado.
Una memorable noche latina que será muy comentada en la historia de este legendario festival, en la que materialmente era imposible dejar de bailar.
En la noche más latina del festival, los multiganadores de premios Grammy Rubén Blades y Ricky Martin contagiaron de su pasión latina y ritmo salsero al público europeo en una de las noches más memorables de este legendario festival.
Después de que los asistentes ya habían entrado en calor con el incomparable ritmo de Blades, hizo su entrada el puertoriqueño Ricky Martin con su espectáculo original 'Música+ Alma+ Sexo', que da nombre a su gira mundial.
Ricky, más sexy que nunca, movió a la concurrencia a su antojo con una sensacional puesta en escena, músicos latinos de primera talla, un grupo de bailarines talentosos, además de la proyección de creativos vídeos que descubren a un artista en su mejor momento espiritual y físico, pues se muestra tal cual, sin ningún tapujo.
En el escenario se ve a un artista maduro, confiado, liberado, entregado, quizá a partir de que se declaró públicamente gay Ricky Martin, se reconcilió consigo mismo y lo hizo sentir hasta el último rincón del auditorio Stravinsky. Simplemente la gente no paró de moverse y de cantar.
Cantó y bailó de manera magistral su 'María, 'Livin la vida loca', 'La bomba' y 'La copa de la vida', entre otras, y la gente pedía más y más, y el artista se crecía con su espectáculo muy a lo cabaret, muy sensual y demostró por qué hoy por hoy es considerado una de las estrellas latinas más completas de estos agitados tiempos.
Sobre el concierto, el experto en música de el diario 'El País' Rodrigo Carrizo, dijo a Notimex, "me quito el sombrero, de los ocho años que he venido a Montreux nunca había visto a la gente así".
"Es espectacular, es bestial en la escena", agregó, "fue un concierto histórico".
"Se pasó, es increíble", dijo un chileno en tanto que su novia suiza emocionada opinó "se siente su magia, !es eléctrico!".
Por su parte, Blades, ex ministro de turismo de Panamá, no se quedó atrás e hizo mover las caderas a jóvenes y no tan jóvenes europeos y latinos.
El auditorio se convirtió en un inmenso salón de baile con todo tipo de parejas mujeres embarazadas con sus galanes, adolescentes rompecorazones, expertos de baile, hombres con hombres, mujeres con mujeres, todo el mundo a bailar.
Con su sombrero "panamá" y su traje negro, Blades conquistó al público con su 'Pedro Navajas' al que la gente coreaba y bailaba, sin duda, la banda derrochó talento salsero.
Con éxitos ya clásicos y lo más nuevo de su producción discográfica "Todos vuelven", Blades contagió con su ritmo caliente acompañado por la orquesta de Roberto Delgado.
Una memorable noche latina que será muy comentada en la historia de este legendario festival, en la que materialmente era imposible dejar de bailar.
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