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Venecia aplaude a Sofía Coppola

La directora arranca los aplausos de la audiencia, gracias a su labor en la película Somewhere

VENECIA, ITALIA (04/SEP/2010).- La película más reciente de Sofía Coppola ofrece al espectador una mirada íntima a dos mundos que conoce bien: los hoteles y Hollywood.

Somewhere se estrenó el viernes en el Festival de Cine de Venecia y cuenta la historia de un astro del cine, interpretado por Stephen Dorff, quien se da cuenta del vacío de su existencia a través de los ojos de su hija de 11 años, en la actuación de Elle Fanning.

Al igual que Perdidos en Tokio, que también se presentó en Venecia en  2003, Somewhere se desarrolla totalmente en hoteles, en su mayoría en el Chateau Marmont en Los Ángeles, uno de los lugares en los que la directora recuerda haberse quedado con su famoso padre, el cineasta Francis Ford Coppola.

“Cuando era pequeña pasamos mucho tiempo en hoteles cuando estábamos en filmaciones con papá. Siempre me gustó vivir en hoteles; es como un mundo en sí”, explicó la directora, y añadió que “además no es un sitio permanente. Muchos de los personajes que me interesan están en un momento de transición, por lo que parece apropiado que estén en un escenario temporal”.

Unión y aislamiento

En la trama, Johnny Marco (Dorff) se encuentra en un periodo de transición, aunque parezca apenas darse cuenta de su situación en medio de los encantos del estrellato. Acaba de finalizar una película y se encuentra en una especie de limbo entre un papel y otro.

“Lo que me pareció muy realista, porque hay un aislamiento que vive el actor cuando ha culminado una película”, dijo Dorff. “Los actores de cine trabajamos juntos por tres meses, luego la película termina. No voy a una oficina todos los días. Me quedo sin saber lo que voy a hacer, hasta que aparece una nueva película”.

Coppola dijo que quería presentar un “retrato del Los Ángeles de hoy. La idea del filme, señaló, surgió mientras vivía en Francia, luego de terminar su trabajo anterior titulado Marie Antoinette.

Marco no cae en cuenta de la poca satisfacción que le brindan los frutos del éxito hasta que aparece su hija Chloe. “Quería escribir una historia sobre el punto de vista de un hombre, algo sobre la vida emocional de un hombre, porque era algo diferente para mí”, afirmó Coppola. “Sólo traté de imaginarme de cierto modo cómo luce todo a la mañana siguiente”.

Dentro de la película, durante un viaje a Milán para promocionar su nueva cinta, Marco recibe un premio de televisión que consiste en la grotesca estatuilla de un gato dorado sonriente llamado Telegatto, un galardón que de hecho existió hasta hace poco. Luego de un discurso de aceptación compuesto de cinco palabras en italiano, Marco es rodeado por chicas con poca ropa, mientras Chloe observa el espectáculo sentada en primera fila.

“Quería mostrar  el contraste entre el mundo del estrellato de Johnny Marco y el del personaje de su hijita”, dijo Coppola.
De acuerdo a la crítica, Coppola logra una sátira maravillosa del trato que reciben las estrellas, una que quizá sólo una hija de Hollywood puede hacerlo.

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