Entretenimiento
Velada brasileña con Eugenia León
Con un repertorio brasileño representado en ''Agua de beber'', la cantante deleitó en el Teatro Diana
Lo verdaderamente espectacular en Eugenia León jamás está a simple vista. El escenario era una sencilla pantalla ocasionalmente iluminada con juegos de luces multicolores. Sus músicos, vestidos si bien de forma elegante, en ningún momento recurrieron a la etiqueta y ella, Eugenia, utilizó un vestido amplio que le permitió moverse con comodidad por el escenario.
Lo invisible, sin embargo, fue lo verdaderamente seductor en la noche. La voz de la cantante caminaba con suavidad entre los tonos de la bossa nova brasileña, como si la hubiera cantado desde siempre. Durante el concierto, la vibra del escenario hizo que por unos momentos los asistentes se olvidaran por completo que se encontraban en la Zona Centro de Guadalajara. A través de las canciones de León los escuchas viajaron a las playas de Copacabana, a las calles de Río y a la fiesta de Sao Paulo.
Amor en dos idiomas
Eugenio León uso como pretexto el lanzamiento de su disco ''Agua de beber'' para montar un espectáculo donde despliega todo su amor por la cultura brasileña, particularmente por la música popular del gigante sudamericano. “Muchas gracias, Guadalajara, Buenas noches a todos. Agua de beber, agua para todos”, saludó efusiva la cantante, que en todo momento se vio arropada por los gritos de algunos fanáticos que no dejaron de llamarla “hermosa” y “guapa” entre canción y canción.
Acompañada en algunos pasajes por el músico brasileño Ivan Lins, la intérprete desplegó desde el tema que le da nombre al disco, hasta otros del cancionero típico brasileño, como ''Pato'', ''El Gavilán'', ''Samba de verano'', ''Más que nada'' y ''Yo vengo a ofrecer el corazón'', entre otras, aunque no faltaron algunas “coladas” de su repertorio “mexicano”, siendo ''Contigo a la distancia'' una de las más celebradas de la noche.
El público congregado en el recinto aplaudió la noche brasileña de Eugenia. Finalmente, aunque todos regresaban al bullicio tapatío y a la cacofonía urbana, ahora lo hacía de una forma distinta, con un poco de portugués sonando en el corazón.
Por cierto
Lins resuelve con humor
El músico invitado Ivan Lins mostró el oficio cuando enfrentó problemas de audio a la mitad del concierto. Estos tardaron más de 10 minutos en ser solucionados, y Lins, en lugar de dejar la escena, se quedó en ella, contando anécdotas e incluso chistes que le fueron celebrados por el público reunido.
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ
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