Entretenimiento
Vanessa Bauche enfrenta orgullosa el futuro
La actriz se asume como una invitada de la revista para la que posó y no como una playmate
Bauche piensa que, en ciertos casos, cuando no hay una herida grave de por medio, la decisión de morir o vivir puede ser un acto de voluntad. La misma voluntad que utilizó durante 2011 para bajar 10 kilos y obtener la figura que muestra en las páginas de Playboy México de febrero.
Vanessa, como parte del contrato con la revista, asistió a una clínica de belleza integral para hacer un tratamiento justo para ella, además de que recibió la asesoría de un nutirólogo.
Transformar su figura no fue complicado para Bauche, pues está acostumbrada a hacerlo cuando debe encarnar a un personaje. “La verdad es que no soy muy golosa en la onda de comer. Yo subí de peso muy rápido para hacer el papel de Digna Ochoa, en la película de Felipe Cazals, y eso me provocó un problema de metabolismo muy severo”. Pero ahora tiene un panorama distinto por delante.
— ¿Es un personaje el que aparece posando en la revista?
— Soy yo misma luego de un proceso de transformación, pero también hago un homenaje a mujeres bellas e inteligente como Marlene Dietrich, Brigitte Bardot, Anita Ekberg y Dolores del Río. Cada vez que digo que son fotos artísticas, no falta el que lo pone en duda o se burla, pero antes deben de ver la revista.
— Los hombres están comprando la revista pero, ¿qué te dicen las mujeres acerca de esta sesión?
— Muchas mujeres han dicho en redes sociales que compraron la revista para regalársela al novio o para algún hermano, pero otras la han adquirido como símbolo de liberación del cuerpo femenino, conscientes de que siempre he sido una mujer comprometida con causas de género y equidad.
— ¿Qué piensa tu pareja acerca del destape?
— Llevo más de un año sin nadie, feliz, disfrutando mi soltería.
— ¿Y qué habría dicho tu papá, don Tito Bauche (q.e.p.d)?
— Se hubiera sentido orgulloso al saber de la transformación física que tuve y por la elegancia del resultado final. Tal vez no hubiera visto las fotos, pero me habría felicitado por la valentía y por la forma en que enfrenté el reto.
— Inmediatamente después de “Amores perros” (2000), la misma publicación te hizo una primera propuesta. ¿La oferta económica de ahora fue similar?
— En aquella ocasión no llegamos a hablar de dinero porque no me interesó. La paga es buena, pero mucha gente cree que una sale de pobre de un jalón y no va a necesitar trabajar nunca. No es así.
— ¿Ahora te despiertas pensando que es una “conejita”?
— Las conejitas o playmates son diferentes, posan y son como edecanes. Yo soy una actriz invitada, como lo han sido en su momento Sharon Stone, la Bardot o Isela Vega.
— ¿La maternidad es un asunto pendiente?
— Con tantos estudios durante el programa de acondicionamiento físico, me di cuenta de que tengo salud de veinteañera. Sí quisiera formar una familia porque es la base de una buena sociedad, pero no tengo prisa. Y si decido no tener hijos, tampoco me voy a traumar; no creo que sea obligatorio para realizarme como mujer.
— Participaste en el proyecto “Leo, luego existo”. ¿Cuáles son tres libros que la marcaron de por vida?
— Son muchos, pero ahorita me vienen a la mente El sonido y la furia, de William Faulkner; El padrino, de Mario Puzo, y El principito, de Antoine de Saint-Exupéry.
Vanessa protagoniza la portada de este mes de una reconocida revista para caballeros.
Síguenos en