Entretenimiento
Vamos al cine
Tin Tan
GUADALAJARA, JALISCO (08/DIC/2010).- El documental inspirado y recreado con segmentos de imágenes del pachuco de los años cuarenta, deja mucho para reflexionar acerca de Germán Valdez, “Tin Tan”, quien cubrió una época de comicidad en la pantalla con el sincretismo fronterizo méxico-norteamericano.
Transcurridos más de sesenta años, Germán Valdez, originario de Ciudad Juárez, la hoy tristemente calificada población con mayor índice de violencia en el mundo, sembró la conciencia de un escenario con múltiples facetas, más un índice novedoso de comicidad, a partir de su vestuario ajeno a la carpa de la capital principalmente; pantalón “balón” de amplitud en la rodilla y ajustado a los tobillos, chaqueta de amplios hombros y más largo de lo acostumbrado por aquellos años.
A lo anterior se agregaba lenguaje, mezcla de español e inglés, sufrido o traducido por su pareja: el Carnal Marcelo –ahora el recuerdo de aquel personaje hasta sirve de referencia y popularidad al jefe de gobierno del mismo nombre-.
Lo interesante de este documento al rescatar al personaje Tin Tan, es comparar cambios y tendencias con emulación de actitudes, lenguaje y costumbre del país del Norte; del que ahora tenemos múltiples referencias incluyentes de paulatina pérdida de identidad.
El referente de la simbiosis fue Tin Tan, el pachuco, al impulsar moda en el vestuario y actitudes. Por lo mismo, deja una estela de reflexión acerca de pérdidas y ganancias al margen de un espacio cómico.
El rescate de figuras, paradigmáticas del México desaparecido con charros, rumberas, gángsters, cabarets y folclor, abre espacios a considerar los cambios de los que somos testigos en tiempos de violencia, tecnología y encuentro generacional de incomprensión acerca de lo que integró el presente para diseñar el futuro.
Dios nos guarde de la discordia.
Transcurridos más de sesenta años, Germán Valdez, originario de Ciudad Juárez, la hoy tristemente calificada población con mayor índice de violencia en el mundo, sembró la conciencia de un escenario con múltiples facetas, más un índice novedoso de comicidad, a partir de su vestuario ajeno a la carpa de la capital principalmente; pantalón “balón” de amplitud en la rodilla y ajustado a los tobillos, chaqueta de amplios hombros y más largo de lo acostumbrado por aquellos años.
A lo anterior se agregaba lenguaje, mezcla de español e inglés, sufrido o traducido por su pareja: el Carnal Marcelo –ahora el recuerdo de aquel personaje hasta sirve de referencia y popularidad al jefe de gobierno del mismo nombre-.
Lo interesante de este documento al rescatar al personaje Tin Tan, es comparar cambios y tendencias con emulación de actitudes, lenguaje y costumbre del país del Norte; del que ahora tenemos múltiples referencias incluyentes de paulatina pérdida de identidad.
El referente de la simbiosis fue Tin Tan, el pachuco, al impulsar moda en el vestuario y actitudes. Por lo mismo, deja una estela de reflexión acerca de pérdidas y ganancias al margen de un espacio cómico.
El rescate de figuras, paradigmáticas del México desaparecido con charros, rumberas, gángsters, cabarets y folclor, abre espacios a considerar los cambios de los que somos testigos en tiempos de violencia, tecnología y encuentro generacional de incomprensión acerca de lo que integró el presente para diseñar el futuro.
Dios nos guarde de la discordia.
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