Entretenimiento
Vamos al cine
La siciliana rebelde
Cualquier semejanza con la vida real, en este caso no es mera coincidencia. En el mundo estamos viviendo una etapa de impunidad y desconsuelo con alejamiento de los valores morales por una parte de la sociedad.
En la vida real, lo relevante es la controversial infancia y juventud de Rita, de familia mafiosa donde crimen, violencia y venganza son cultura cotidiana. El hecho conmovió al país y, sobre todo, el esfuerzo de la protagonista y el distanciamiento entre la tranquilidad y la actuación de la justicia.
Verónica D’Agostino encarna a la joven Rita en su desesperado intento por alcanzar la paz interna a través de la colaboración con el juez Paolo Borsellino interpretado por el actor francés Gérard Jugnot, recreando la excelente conjunción, que en Italia consiguió sembrar conciencia de lo mucho humano e inhumano del crimen.
La excelente ambientación comunica la angustia, el terror y la tensión de los personajes envueltos en desesperación, con simultánea y contradictoria indiferencia de la lucha diaria de combate al crimen, así como la referencia de los medios de comunicación que dan sustento a criterios de eventual condescendencia a los caciques de la mafia; a los que no son ajenas las autoridades, por conveniencia o temor.
Quien nace, vive y crece en determinado ambiente, se asimila y se apropia de él sin ver más allá. Esto es un hecho verídico en los niveles de los núcleos sociales, a partir de la familia creadora de nuevas generaciones con los cuestionables valores morales de su entorno.
Dios nos guarde de la discordia.
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