Entretenimiento
Vamos al cine
''Knight and day''
Los supuestos reflejos humanos, magia de la edición precisa, carecen de impacto y mueven a la hilaridad, cuando Tom acciona extremidades contra los malos a más velocidad que un insecticida sobre un panal; así la admiración del espectador se convierte en burda aceptación del engaño cinematográfico anticuado; antes que reconocimiento técnico.
El empleo de las locaciones, que hubiera salvado este desastre fílmico, también pasa por el tamiz del ridículo con atracción de elementos ajenos, propios del Hollywood en los próximos pasados años cuarenta; no ahora donde transportes y comunicaciones dinamizan el conocimiento hasta de los más apartados sitios del mundo; mucho más lugares comunes: Sevilla o Pamplona.
El vestuario alcanza virtual indiferencia sin lograr salvarlo las anatomías de Cameron y Tom, de suyo poco espectaculares, donde los años muestran su paso de lo que no volverá. El fondo musical es rescatable con un montaje atinado, al parecer ajeno a la dirección general de James Mangold, quien no pudo extraer de los actores algo más acorde al ritmo violento de las secuencias de continuidad imprescindible en esta temática.
La publicidad, supera al producto, explotando la popularidad de Tom Cruise y la relativa belleza de Cameron Díaz a quien tampoco se exploraron mejores ángulos faciales. Es prudente considerar que la violencia parece haber cumplido su tarea en la pantalla grande y que durante el próximo año habrá nuevas propuestas.
Dios nos guarde de la discordia.
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