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Vamos al cine
Empezar a amar
Comer, Rezar, Amar es la historia de Elizabeth Gilbert, protagonizada por la señora Roberts, una mujer más para quien el divorcio marca nuevos senderos a su existencia y Felipe, Javier Bardem, la contraparte masculina en una narración donde el final es predecible y sin sorpresa, pero lo interesante reside en el desarrollo con prejuicios e inseguridades.
Es destacable que Julia Roberts carecía de una aparición protagónica de este nivel desde hacía una década, cuando obtuvo el Oscar de la Academia, al interpretar a Erin Brockovich, personaje de este nombre en la vida real, luchadora social; mujer dotada de singular y tenaz carácter conductor al enfrentamiento de empresas oligárquicas en defensa de pueblos contaminados y condenados con resignación a la muerte.
Julia permaneció 10 años relativamente alejada de los reflectores, se matrimonió y dio vida a tres hijos. Bardem también tiene su historia que culmina en matrimonio con Penélope Cruz, fuera de las pantallas.
El director, Ryan Murphy, afirma sentir la satisfacción de recrear personajes parcialmente ajenos a los modelos de Hollywood, con escenografía natural de ameno encanto a la pupila del espectador y adicional tratamiento humano exento de violencia, que centra su atención en sentimientos genuinos de cualquier habitante del mundo.
Lo interesante es cuánto se requiere para salvar los obstáculos mentales, recuerdos del pasado, y llegar al encuentro de esa media naranja con la seguridad que es lo realmente anhelado por todo ser humano en el breve lapso de la vida.
Empezar a amar marca un estilo olvidado del cine norteamericano. Ese es el desafío de los productores al intentar el retorno al llamado romántico del corazón con alguna dosis de resentimiento en lucha por el rencuentro con el ser original.
Dios nos guarde de la discordia.
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