Entretenimiento
Vamos al cine
Ejemplo y reconocimiento
El llamado no es sólo por la importancia de la cinematografía en la integración de valores en la sociedad. Los antecedentes demuestran la necesidad de establecer códigos tendientes al mejoramiento de las personas con menores recursos –indígenas, afroamericanos y latinos-, antes de mantener y desarrollar un clima de inquietud y desesperanza, principalmente en la juventud.
La generación de los ahora adultos mayores vio comedias divertidas en pantalla grande no exentas de mensaje. Su reproducción en televisión en la actualidad nos da posibilidad de reconocer mensajes serios de los personajes en los que sobresale Mario Moreno “Cantinflas” que aún en su enredado lenguaje que lo hizo famoso provoca reflexión en cada personaje: El señor doctor, con sentido de auténtico humanismo impartiendo su responsabilidad en el Seguro Social; El Padrecito, aludiendo a la destrucción de cacicazgos; Ahí está el detalle, donde la impartición de justicia promueve el abatimiento de la impunidad son sólo algunos ejemplos. Joaquín Pardavé estimuló la comprensión al inmigrante, entre otros personajes, el que aportaba talento y esfuerzo para ganar su asimilación a la población mexicana; esto es, unidad.
Los héroes que nos dieron patria no fueron la excepción temática, con estímulo al reconocimiento de personajes en luchas, pero más que eso al dejar planteamientos de aprecio a la educación y la justicia social.
Delitos y bajas pasiones tuvieron espacio en el cine, mexicano y extranjero, aunque con mayor ponderación lo hizo el europeo que se ganó fama de lento, por enfocarse a la conciencia. Con todo, el cine forma parte importante de la cultura de los pueblos y en momentos difíciles es más que un estímulo, una guía para la superación.
El Estado Mexicano tiene las herramientas para encauzar producciones de aliento a la meritocracia y superación los avatares con toda la particularidad del tiempo que nos toca el cuestionable privilegio de vivir.
Dios nos guarde de la discordia.
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