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Vamos al cine

Wall Street 2

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUL/2010).- Oliver Stone, investido por la presentación de su obra en el Festival de Cannes, nos pone a pensar en algo de lo mucho que ocurre en el corazón de las finanzas, Wall Street, donde el dinero nunca duerme.

La ambición es el motor de un mundo desconocido y a la vez sufrido por la mayoría de los mortales. Esta ambición formula los nuevos retos para un joven, interpretado por Shia LaBeouf –ilustre incógnito para muchos cinéfilos-, con el padrinazgo fílmico del veterano Michael Douglas. Integran el reparto Josh Brolin, Frank Langella y la también experimentada actriz Susan Sarandon.

Espléndidas imágenes de Nueva York enmarcan el drama entre la ética y la moral particular del mundo financiero; la eterna dicotomía entre el triunfo frío con renuncia a valores humanos. La narración expone principios y valores en la vida íntima de una pareja joven tentada por el materialismo. Algo finalmente cotidiano y sobre entendido.

La oportunidad contextual sobresale, al coincidir con la crisis financiera del orbe, precisamente originada en Wall Street con graves repercusiones en la vida real. La narración fílmica trata la revaluación de los principios y el amor familiar. Gordon Gekko es el personaje que dos décadas atrás dejó lecciones premonitorias y también un Oscar de la Academia para Michael Douglas.

Para el espectador común es drama vestido con el sistema. Sin embargo, para la prensa especializada, esta película ha producido comentarios diversos hacia la Reforma Financiera planteada, que no llegó en los términos de sanciones efectivas a los excesos de la banca.  

Con un sentido, controversial o potencialmente publicitario, el realizador Oliver Stone definió su obra, como la forma de ver el capitalismo actual con trabajadores viviendo estrechez económica y ejecutivos derrochadores.

Dios nos guarde de la discordia.

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