Entretenimiento
Vamos al cine
Berlinale
La primera edición de Berlinale -1951- fue a iniciativa de estadounidenses en un acto más de contribución a la recuperación europea. En ese año fueron Joan Fontaine la estrella, Alfred Hitchoock y la película Rebeca, los que dieron la pauta del acontecimiento a favor de la cultura en la ciudad de Berlín.
El Oso de Oro es la máxima presea en Berlinale, que ganara México con la película Tizoc de gratos recuerdos, interpretada estelarmente por los ya desaparecidos, María Félix y Pedro Infante. La historia de un humilde campesino, quien recrea en su imaginación la imagen de la Virgen de Guadalupe, de la que es devoto, en la joven de atractiva belleza y posición social en la comarca. Dulce y tierna, la narración motivó la admiración de los jueces en los ya lejanos años cincuenta del siglo anterior.
Una nueva característica de Berlinale es la incorporación de producciones de cortometraje, como lo ha hecho Sundance, en la que jóvenes cineastas como Gael García Bernal es atento concurrente con trabajos de su cosecha. En buena hora y mejor instante, los realizadores mexicanos pasan lista y presentan sus ejecuciones en pos de reconocimiento y obvia publicidad de apertura al mercado internacional.
Es incuestionable la necesidad de incentivos de esta naturaleza para jóvenes realizadores, que los hay y muchos entre estudiantes y maestros de las universidades; una muy destacada la de Guadalajara, con varias décadas de incursión en, de, por y para el Séptimo Arte.
Por la Berlinane han trancurrido 19 mil películas profesionales de 136 países y durante dos semanas de este febrero pasarán por las taquillas 270 mil cinéfilos.
Dios nos guarde de la discordia.
Comentarios: sicpm@informador.com.mx
Síguenos en