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Vamos al cine

Lula, el cine y la política

También Brasil, no sólo Gran Bretaña, ha iniciado campañas cinematográficas sobre los Juegos Olímpicos a celebrarse en 2016 en Río de Janeiro y para 2012 en Londres.

Lo que llama poderosamente la atención es la concentración de esfuerzos políticos en Brasil, tendientes a robustecer la imagen del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, quien tras dos periodos de gobierno rema a favor de la sucesión a favor de su jefa de gabinete, Dilma Rousseff.

El personaje Lula expone crueldades, injusticia infantil y juvenil forjadoras de su carácter y paralelamente conducentes a liderar los trabajadores del sindicato metalúrgico con mayor influencia y poder, finalmente vía a la presidencia de Brasil.

La película, desde su estreno en Europa ha producido gran estela de comentarios, acentuados ahora en Brasil que invirtió doce millones de dólares en su producción y eleva, al aún presidente a la más alta consideración latinoamericana, tras superar crisis económicas en un proceso alternativo de orden estratégico de creatividad que devolvieron confianza en la mayor parte de la población. La economía brasileña repuntó en el curso de la crisis financiera global y con ello robusteció la aprobación y popularidad del presidente Lula.

Lula es una película autobiográfica, motivadora de reflexión en cuanto a la fortaleza de carácter individual al elevar las virtudes sociales en la superación de obstáculos.

Los temas vernáculos están de moda, también como elementos de promoción turística que conlleva la obtención de recursos y generación de empleos contribuyentes a superar la cuesta y costo de toda organización con carácter y compromiso internacional.

El empleo del Cine se remonta a los años treinta del siglo pasado, en los albores del sonido integrado a la película. En Alemania fue Joseph Goebels, brazo actor de Adolfo Hitler, diseñador de los entonces noticiarios cinematográficos donde la cuidadosa selección de temas y edición de escenas ejercían la motivación en la concurrencia a las salas de exhibición. No es extraño el que ahora vuelva con caracteres profundos e igualmente influyentes en mente y cuerpo del espectador. Estamos presenciándolo y será reprobable omisión el no replicar la tendencia con nuestros elementos y oportunidades.

Dios nos guarde de la discordia.

Comentarios: sicpm@informador.com.mx
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